Un microchip subcutáneo o microchip de identificación es una pequeña cápsula de cristal especial, del grosor de un grano de arroz y de menos de 1 cm de largo, en cuyo interior hay un pequeño microchip y una pequeñísima bobina, con un código único que permite la identificación de animales. Es un dispositivo estático, lo que quiere decir que debemos pasar un lector que enviará una señal electromagnética que cargará la bobina y enviará una señal de vuelta de otro código alfanumérico que esta introducido en el microchip. El microchip NO ES UN GPS, NO PODEMOS BUSCARLO EN NUESTRO MÓVIL.

El código no puede ser alterado y es lo que sirve para identificar a nuestros canes a lo largo de su vida: no hay que reemplazar el chip si te mudas de ciudad o de país, tan sólo hay que acudir al veterinario para que actualice los datos; eso sí es crucial.

¿Para qué sirve?
El objetivo es identificar a los perros -y otros animales - para evitar abandonos y abusos, para evitar robos y, ante todo, facilitar que cualquier perro perdido pueda volver cuanto antes junto a su familia.

El código único es «traducido» por un lector especial y devuelve los datos completos del dueño del perro.
Por eso es tan importante mantener siempre actualizados los datos asociados al chip de tu perro: si cambias de móvil o de domicilio, aunque sea dentro de la misma ciudad, debes avisar a tu veterinario para que se actualice la información. Y si te mudas de ciudad, lo mismo.

El problema es que aunque en teoría hay una base de datos a nivel nacional, cada comunidad gestiona sus propios datos.

Por eso, si pierdes a tu perro lo mejor es notificarlo en el Registro o Archivo de Identificación de Animales de Compañía de tu Comunidad. Y si se te pierde el can en otra comunidad tendrás que notificarlo en ambas para agilizar los trámites porque... sí, en el caso de que tu can esté registrado, por ejemplo, en Barcelona y se pierda cuando estás de viaje en Almería, no tendrían constancia de sus datos al leer el chip en la base de datos de Andalucía.

¿Cuándo se coloca el chip?

El veterinario «inyecta» el chip bajo la piel, en el cuello, y lo suele hacer cuando el can tiene entre mes y medio y dos meses, justo cuando le ponen la vacuna de la rabia. Es un aplicador especial como una vacuna normal y no es mas doloroso que una vacunación normal.

¿Es obligatorio?

La identificación con microchip es obligatoria en perros desde hace muchos años y recientemente es imprescindible que el perro tenga el microchip para ser vacunado de la rabia. Los gatos y hurones solo será obligatorio su identificación en el caso de que vayan a viajar fiera del territorio español.

Ante la duda... mejor poner el chip, es realmente útil, al perro no le duele y puedes estar mucho más tranquilo en caso de que se despiste.

¿Cómo funciona?

Hay lectores especiales que leen los datos del chip. Normalmente todos los veterinarios tienen uno de estos veterinarios y la policía tienen estos escáneres. Por eso, si te encuentras con un perro perdido en cualquier lado, lo mejor es tratar de acercarle hasta algún veterinario, para que puedan mirar a ver si lleva chip y llamar a su dueño.