Es la única tienda de vinilos de Eivissa y ahora cumple su segundo aniversario, dos años de aventuras y desventuras que continúan cada día en Can Vinilo. Regentado por el dj David Sánchez y su socio Bog Dan, sobrevive abierta todo el año gracias a las ventas por Internet que en invierno suponen un 70% de la facturación. «El público del invierno no tiene nada que ver con el de verano, en invierno el 70% de las ventas son por Internet y enviamos discos a todos los puntos del mundo», explicó Sánchez que está cada día al pie del cañón, «la venta en Internet me ha salvado del cierre y me ha permitido seguir abierto todo el año», puntualizó.

Sánchez explica que el 90% de los vinilos del extranjero no tienen IVA pero cada vinilo que él vende sí, lo cual dificulta su supervivencia, aún así, David es un apasionado de la música y asegura que para él Can Vinilo es un sueño hecho realidad: «A nivel personal me siento totalmente realizado después de 20 años viviendo en Eivissa. Es una tienda que cada día va a más», dijo.

La tienda tiene 20.000 vinilos a la venta, de forma física y online, «ahora acabo de hacer un pedido de 1.500 discos, traigo unas tres o cuatro copias de cada ejemplar. Trabajo con distribuidoras de Alemania y Rumanía». También tiene discos de segunda mano: «Cuando me llegan discos usados les hago una prueba para ver si están rallados o no y los limpio con agua y jabón», explicó.

Mucha gente se acerca a Can Vinilo y deja sus discos en depósito para ponerlos a la venta. «Me he quedado alucinado con las colecciones que hay en la isla, desde matrimonios mayores que me traen colecciones de los 60 y los 70 a vinilos de David Morales», aseguró Sánchez que recordó que una vez «vino a Can Vinilo el propietario de una casa que había sido alquilada a David Morales. Pues resulta que haciendo limpieza encontraron todas las ‘promos’ de vinilo de Morales, todo un lujo. La verdad es que de descubrimientos así nosotros vivimos mucho», confesó.

David Sánchez maneja entre sus manos los objetos que más ama en este mundo y además, el hecho de estar en Eivissa y ser el único que vende vinilos le ha dado la oportunidad de conocer personalmente a djs y productores muy conocidos y que él admira: «Thomas Melchior vino aquí a comprar vinilos, estuvo tres horas escuchando música, es un productor increíble y yo siempre he sido muy fan de él. Para mi que un personaje de esta altura que vive en Berlín donde hay miles de vinilos venga a mi tienda es todo un honor», manifestó Sánchez.

Los discos que se han revalorizado mucho son lo de Prince y David Bowie, ya que está claro que «los artistas que mueren se revalorizan mucho. El otro día vendí un LP de Prince por 50 euros y lo mandé a Nueva York. En cuanto me ingresan el dinero yo hago el envío». Lo mismo pasa con los de David Bowie por ejemplo el vinilo de The man who sold the world se vende por 100 euros pero la regla general es que «el valor del vinilo va en función de las copias que se editan en su momento», indicó Sánchez. Para tener una referencia, un vinilo moderno normal cuesta unos 14 euros.

El propietario de Can Vinilo asegura que hasta las nuevas generaciones están interesados por este formato pues «hay muchos dj jóvenes de Eivissa que parece que se están yendo al vinilo porque pasan por aquí y quieren tocar los discos, saber como son y cómo suenan» y las generaciones más mayores también ya que «a veces vienen payeses de Sant Joan y me piden que les consiga discos de la Credence Clearwater o de los Rolling Stones para poner en sus tocadiscos», aseguró.