Durante el pasado mes de mayo solo llovió en Eivissa el 12 por ciento de lo que se registra en base a la media histórica, lo que representa para los expertos una anomalía del 88%. En lo que va del mes de junio, no se han producido precipitaciones y en referencia al último trimestre, en la mayor de las Pitiüses se contabilizó un déficit de lluvias del 51 por ciento; es decir, durante los meses de marzo, abril y mayo llovió un 495 de lo que es habitual en esas fechas.

Según los datos de la delegación balear de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), desde las tormentas puntuales registradas durante los meses de octubre y noviembre Eivissa «arrastra una sequía bastante persistente».

En función de las previsiones meteorológicas facilitadas ayer desde la Aemet, la tasa de precipitación para este verano será «ligeramente más baja de lo normal», si bien la apreciación de lluvias en periodo estival ya es de por sí exigua en las islas.

Esta ausencia de precipitaciones ha menguado el nivel de las reservas hídricas de la isla, que en mayo se situaron en el 41% de su capacidad, cuatro puntos menos que en abril. Eivissa, con estas cifras, continúa por quinto mes seguido en prealerta por sequía hidrológica.

Temperaturas

En cuanto a las temperaturas, desde Aemet explican que aunque la sensación térmica es de bastante calor, se encuentran ligeramente por debajo de lo normal, con una media de 20 grados, cinco décimas menos que el promedio histórico (20,5º). «Esta tendencia se va a mantener hasta que empiece el verano. Hacia finales de junio empezarán a subir de verdad las temperaturas», indicó ayer un portavoz de la agencia, quien precisó que esta semana se alcanzarán temperaturas de hasta 28 grados en distintos puntos de la isla dependiendo de la influencia del viento. Durante el fin de semana, coincidiendo con la entrada de vientos del norte, las temperaturas suavizarán en dos o tres grados. Asimismo, la predicción para los meses centrales del verano es de temperaturas «ligeramente más altas de lo normal».