Empieza la imparable escalada de temperaturas y, como reacción natural, se dispara el consumo de productos que nos hidratan y que nos resultan refrescantes. A las frutas de verano, que acaparan la atención con sus seductor colorido, les acompañan un extenso grupo de hortalizas con las que podemos elaborar ensaladas, tan sanas como apetecibles en la época de canícula que se avecina.

En cuestión de ensaladas, la lechuga es prácticamente imprescindible. En los mercados pitiusos, estamos acostumbrados a disponer de varias clases durante prácticamente

todo el año, aunque al inicio del estío la oferta se amplía. Así, en las últimas semanas se ha incorporado una variedad cada vez más en boga: la rúcula.

En el Merca Nou de Vila, la encontramos en algunos puestos. A granel, su precio puede llegar a los 18 euros/kilo, aunque en Frutas y Verduras Riera, por ejemplo, la sirven en pequeñas bandejas de unos 100 gramos a 1,60 euros. «Es fresca y de Eivissa, la empezamos a tener hace dos o tres semanas», remarca Cati Roselló, que además sugiere algunos ingredientes clásicos para completar una buena ensalada. Señala la cebolla tierna (1,50 euros/manojo), los rabanitos (1,20 euros/kilo), el pepino de cultivo local (2,00 euros kilo) y el tomate en rama o el ibicenco, de clase Daniela, (ambos a 2,00 euros/kilo) o el tomate cherry, a 4,00 euros/kilo. Tras atender a una clienta, lanza alguna propuesta para los más atrevidos. «A una ensalada se le puede añadir casi de todo; según el gusto, algunos ya tienen por costumbre poner piña [de la marca Monte, a 3,50 euros/kilo] o granadas [de origen latinoamericano, a 6,50 euros/kilo] o cualquier fruta exótica, que hoy en día tenemos de todo tipo casi todo el año», comenta la dependienta.

En cuanto a su auge, Roselló calcula que en el último mes ha duplicado las ventas de los ingredientes más habituales en una ensalada, tanto «por la gente aquí, que come más ensaladas en verano, como la que viene, que cada semana se nota más».

Por su parte, Mónica Martínez, de Frutas y Verduras Maria Cardona, también presume de disponer de rúcula cultivada en Eivissa. «Hará un mes que tenemos, cuesta 18,00 euros/kilo», explica. Afirma que «causa sensación, nos la pide todo el mundo, residentes y visitantes».

Más allá de las lechugas habituales –romana, hoja de roble o lollo– destaca una variedad que procede de Holanda, de hojas pequeñas con puntas afiladas y de tonos verdes y morados. «Su semilla se llama Rijk y resulta muy suave», indica a preguntas de una clienta. Para acompañar al verde, sugiere tomates mini, bien sean cherry, kumato o de rama.

«Hoy en día lo hacen todo en tamaño mini», agrega la comerciante, mientras señala unas berenjenas del tamaño de un dedo. Del mismo calibre también disponen de zanahorias de una marca francesa, cuyo precio se va hasta los 12 euros. «Son muy dulces, un caramelito» confiesa a su vez Maria Cardona.

Joan, de Frutas y Verduras Ca’n Lluch, apunta que en una buena ensalada «no puede faltar el pimiento rojo», cuyo precio se sitúa en 3,20 euros/kilo. «Ha subido, está un poco caro, pero también es muy bueno», comenta. Juanjo Torres, de Frutas y Verduras Catalina, añade la patata blanca (1,20 euros/kilo). «Para mi donde haya una ensalada payesa que se quiten las otras», bromea.