Este es el mejor resultado al lavar los vasos con esta agua.

Literalmente, a los vecinos de Sant Jordi se les cae el pelo por culpa del agua. Así lo aseguran Maite, vecina de Platja d’en Bossa y Ángeles, que vive en el casco urbano de Sant Jordi. Las dos afirman que es imposible seguir así y que habría que unirse y tomar medidas para que este problema acabe de un vez por todas, plantándole cara al Ayuntamiento.

La mala calidad del agua, reconocida por el mismo Consistorio que en cada recibo manda una nota advirtiendo a los ciudadanos de que el líquido elemento no es potable, está provocando problemas dermatológicos, en su mayoría, que están afectando a todos pero, sobre todo, a niños y a bebés. A esto se le añade la corta vida de los electrodomésticos que se estropean por la sal que lleva el agua y por el alto nivel de cal que contiene.
Los vecinos de Sant Jordi no aguantan más la pésima calidad del agua que llega a sus casas del núcleo urbano, en la zona de Platja d´en Bossa y en Can Bellotera, y el colmo para su desgracia ha sido una subida general para este año de las tarifas del agua del 15,3 por ciento.

Tanto tiendas como restaurantes y vecinos están indignados. La propietaria de la tienda ecológica S´ Hortet Verd, Alicia Colomar, está «alucinada» no solo con la ‘calidad’ del agua sino también con la subida del precio. «Nos dijeron que en junio todo se arreglaría pero todo ha ido a peor, es un desastre. Alucino con el trato al ciudadano, con los que mantenemos el pueblo y con la gente que confía, señala Colomar, quien asegur no entender que el Ayuntamiento suba el precio «si no es un agua de calidad. No entiendo que se paguen cánones si no tenemos los servicios. No quiero pagar a Palma y no quiero que mi ayuntamiento lo pague, quiero que mire por mó y no por los de Palma y quiero que nos respeten a los ciudadanos por lo que aportamos y hacemos por el pueblo».

La única solución para Colomar «es que haya honestidad con la gente que trabaja para nosotros. Que se pongan en su sitio y que defiendan a los ciudadanos. Encima tenemos que aguantar que se nos ponga un 902, de pago, para quejarnos por los continuos cortes en el suministro. No pienso ir a votar ni nada que beneficie a los demás».