El mismo lunes nos embarramos con la cantidad de fangos que las depuradoras de Eivissa generan y que son trasladados a la Península: un total de 712 toneladas desde que empezó esta operación el 7 de junio. A razón de 50 toneladas diarias. Ahí es nada.
El martes, el alivio lo pusieron los empresarios de Cala Tarida, que tras 35 años de escuchar que una microalga teñía de verde sus aguas, se han puesto manos a la obra ante la inacción institucional y han instalado un sistema de bombeo de agua similar al que se introdujo hace un año en Cala Vedella. Aparecía un pez manta en Talamanca y el músico Quimi Portet la lió en las redes con un cafè amb llet que un camarero gallego no quiso entender. No obstante, con la que vendría en los días siguientes, lo del ex del Último de la Fila quedaría en anécdota.
Y es que el miércoles conocíamos los detalles del registro que la Guardia Civil y la Agencia Tributaria efectuaron en la discoteca Amnesia por un presunto delito fiscal.
La operación se saldó con cuatro detenciones –incluyendo la del propietario y su hijo– y el hallazgo de dinero en metálico, que vieron la luz mediante mazas y pies de cabra, así como una gran cantidad de documentación que llenó decenas de cajas.
Hubo horas de incertidumbre. Sin embargo, el establecimiento abrió sus puertas al público con normalidad.
El jueves continuaron las inspecciones en el citado local, mientras supimos que las reservas hídricas de Eivissa se encuentran en el 24%, el nivel más bajo de su historia.
Al día siguiente, el viernes, los sucesos siguieron acaparando el relato informativo de la jornada. Por un lado, los detenidos de Amnesia quedaban en libertad provisional, con cargos por delitos contra la hacienda pública y blanqueo de capitales. Por otro lado, se confirmó que el conocido como ‘clan de la Paca’, desarticulado por la Policía Nacional tras efectuar 13 detenciones, guardaba 86.000 euros procedentes de la venta de drogas.
El sábado, les explicamos los nuevos registros en otros emblemáticos locales de ocio nocturno. En este caso, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria entraron en Space y Privilige, en una macrooperación nacional contra el fraude fiscal que afectó a 87 discotecas en toda España.
Una acción nacional dirigida por la AEAT, que de confirmar sus peores sospechas, puede evidenciar que mucho dinero que debería haber servido para pagar escuelas, hospitales o pensiones, se lo liquidaron unos pocos a lingotazos no declarados. No a base de cafès amb llet.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.