El intrusismo, el mayor problema en el sector empresarial de las islas. Aseguraba ayer el presidente de la Asociación del Transporte Discrecional, Emilio Díaz, en una entrevista a este periódico que alrededor de 600 vehículos operan fuera de la legalidad en Eivissa, siendo los taxis pirata el caso más visible a nivel social. Pero el del transporte no es un sector aislado en esta cuestión, sino que la bonanza económica de las Pitiüses ha atraído a muchísima gente dispuesta a hacer su agosto en nuestras islas sin tener los permisos pertinentes ni declarar los impuestos como toca.

La barrera de Cala Salada, deprisa y corriendo. De un día para otro el Ayuntamiento de Sant Antoni y el Consell d’Eivissa anunciaron la instalación de una barrera para acceder a Cala Salada y restringir el tráfico en una de las zonas con mayores problemas de movilidad. Una decisión que no fue consensuada con los vecinos ni anunciada con antelación ante los medios de comunicación para ahorrarse las posibles críticas a esta novedosa medida. Sin embargo, la contratación ahora de un informador demuestra que las cosas se hicieron deprisa y corriendo.

Surgen las primeras dudas sobre el trabajo de la empresa de limpieza de Vila. Tras más de un mes desde que Valoriza se hiciera cargo de la limpieza de la ciudad de Vila, ya han empezado a surgir las primeras críticas hacia su trabajo. Los residentes no observan las mejoras que en su día se anunciaron desde el Ayuntamiento y las calles de la ciudad presentan el mismo aspecto deplorable. Además, el PP asegura que la empresa se niega a instalar unos contenedores soterrados en la calle Pere Francès. Vila tendrá que dar muchas explicaciones.