Tal y como manda la tradición en Eivissa, cientos de personas se desplazaron ayer hasta la playa de Puig des Molins de Vila para celebrar el día de Sant Ciriac y la conquista catalana, pero sobre todo para berenar. Así se lleva haciendo desde hace muchísimos años en Vila: «Macabich ya hablaba en los años 30 de que era una fiesta muy antigua, con lo que pudiera ser que comenzara en el Renacimiento, pero realmente no se sabe cuándo se originó exactamente esta tradición de venir a merendar a la playa de Puig des Molins para celebrar el día de Sant Ciriac», comentaba el conocido profesor Pep Antoni Prats.

Y si antaño lo típico era acudir portando sandías, melones, tortillas y todo lo que se pudiera llevar en los senallons hasta la playa, desde los años 80 se comenzó a hacer famosa la elaboración de una paella en la playa.

La de ayer era mixta (de carne y marisco) y corrió a cargo de la empresa especializada en realizar paellas gigantes El Tirol y, en concreto, del cocinero murciano Fernando Vivanco, que ya había participado en esta tradición ibicenca en otras ocasiones. Para 750 comensales, la paella manejaba cifras como 80 kilos de arroz, 90 de carne, 40 de marisco, 35 kilos de tomate o 220 litros de agua.

Y voluntarios para degustarla no le faltaron, pues más de media hora antes de que estuviera previsto el punto del arroz ya eran muchos los que decidieron hacer cola para ser los primeros en saborear la tradición. Y así lo hicieron: algunos uno, otros hasta dos platos del codiciado manjar.

Piedad Carrasco acudió ayer con su con su familia a la berenada. «Nos hemos traído sandía, sobrasada, queso, pan, cervecita, etc. y hemos venido la familia y unos amigos. Venimos todos los años porque para nosotros es una tradición desde que yo era muy pequeña. Mi padre ya nos traía hace casi 50 años», compartía a la vez que analizaba que, «hay menos afluencia de público y, en cuanto a las actividades, también noto que hay menos. Echo de menos el ball pagès o cuando los chavales saltaban al agua. Aún así, me gusta mucho porque es una tradición que nos encanta a la familia y seguiremos viniendo».

En la misma línea, Carmen Álvarez, asistente a la berenada popular de Vila desde hace 50 años, afirmaba que «cada año hay menos cosas, antes repartían sandía, pero este año ya ni eso». Y entre el público, no faltaron los cargos políticos, destacando la presencia del alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, que acudió a berenar con su mujer y su hija y varios compañeros del Ayuntamiento de Eivissa.

Destacó también el pasacalles de la Marxing Band del Patronato de Música desde el paseo de Vara de Rey hasta Puig des Molins con unos 14 chavales. Su director, Vicent Tur, comentó su sorpresa cuando los jóvenes músicos le comentaron que estaban interesados en asistir a tocar para el pasacalles en un día festivo y su ilusión por participar con la música en este tipo de actos.

Para los más pequeños, desde el Ayuntamiento se organizó un concurso de farolillos realizados con melones y una vela dentro: fanalets. Además, se llevaron a cabo talleres con juegos tradicionales típicos como romper ollas o el de las 4 esquinas mientras se esperaba a que la paella estuviera a punto.