Las colas de vehículos llegan incluso hasta la gasolinera situada a la entrada de Sant Josep. A la derecha, el conflictivo semáforo situado frente a la iglesia. | DANIEL ESPINOSA

Atravesar el centro urbano de Sant Josep en coche puede suponer toda una odisea para la que hace es necesario armarse de mucha paciencia. Y no sólo en verano ya que en época escolar también se forman enormes atascos a la hora de la salida del colegio. Y el equipo de gobierno socialista tiene clara cuál es su causa: los semáforos instalados durante la legislatura pasada frente a la iglesia y en el cruce con la carretera de es Cubells.

El núcleo urbano de Sant Josep es paso casi obligatorio para aquellos que, desde Vila, quieren ir a darse un baño o tomar en sol a una de las múltiples playas y calas de la costa josepina, lo que provoca que la calle Pere Escanellas sea un ir y venir de vehículos durante buena parte del día.

En el equipo de gobierno progresista ya avanzaron en el último pleno que se han iniciado los contactos con el Consell d’Eivissa, que es la institución titular de la carretera que atraviesa el pueblo, para que apague los dos semáforos conflictivos que según los socialistas son los culpables de las largas retenciones de vehículos. «Le hemos pedido a nuestra policía que haga un informe que justifique la necesidad de parar los semáforos y que presente una alternativa como, por ejemplo, cambiar los flujos de encendido. Esperamos presentarle las alternativas la próxima semana a la consellera», asegura el teniente de alcalde Ángel Luis Guerrero. Una opinión que no comparten desde la bancada ‘popular’, quienes anteponen la seguridad que estas señales luminosas han suministrado en el cruce que conduce a es Cubells a los atascos que provocan.

La alternativa más clara es la construcción de una variante que aleje el tráfico rodado del centro de Sant Josep, una posibilidad que figura en el Plan Director Sectorial de Carreteras y que permitiría aliviar el volumen de tránsito que acoge la localidad josepina y que también defiende el equipo de gobierno. «La variante se tiene que hacer pero hay que ver si es técnicamente posible y por dónde pasa», señala Guerrero. No obstante, su ejecución se presume harto difícil por la multitud de viviendas dispersas y la complicada orografía del terreno.