Esta semana se ha vivido un episodio sorprendente, que deja a las claras el nivel de nuestra clase política. El tema comienza con un artículo de opinión en El Mundo (sorprende que no mereciera una información) en la que se decía que una mujer había sido agredida sexualmente y acudió al cuartel de la Guardia Civil para denunciar los hechos. Allí, según la versión de la joven, el agente le dijo que a las cuatro de la tarde no había violaciones. Al leer el artículo, la consellera de Benestar Social del Consell d’Eivissa, Lydia Jurado, buscó respuestas en Delegación del Gobierno. Nadie le supo decir nada. Hasta ahí, la reacción de Jurado fue responsable y correcta. Más cuestionable es que la consellera social difundiese en los medios un artículo de opinión para denunciar los hechos.

Viaje a Palma. ¿Cuándo empieza a desmadrarse el asunto? En el momento en que la consellera viaja a Palma para registrar una petición de comparecencia del responsable de Delegación del Gobierno para que aclare lo ocurrido en Sant Antoni. Se da la circunstancia de que Lydia Jurado no es diputada autonómica y su presencia en el Parlament, igual que la del diputado nacional Juan Pedro Yllanes, era totalmente innecesaria. Pero no le bastó a Jurado hacerse la foto con sus compañeros en el registro del Parlament. La consellera social llegó a decir que no se podía permitir que Eivissa fuese «un San Fermín todo los días», en alusión a los casos de violación que se han producido en las últimas fiestas celebradas en Pamplona. Cualquiera que escuche a Jurado puede llegar a la conclusión de que en Eivissa se producen violaciones a todas horas, una declaración irresponsable e inapropiada, sobre todo porque la hace una persona con un cargo institucional. Jurado no está en la oposición. Ni tenía nada que hacer en Palma y, mucho menos, hacer declaraciones irresponsables y demagógicas.

Responsabilidad. La sociedad está muy sensibilizada con los temas de violencia machista. Se trata de un mal que hay que resolver a través de la educación y, además, deben existir los mecanismos para perseguir a los delincuentes. Pero parece que Podemos quiere utilizar este tema como arma política, y lo pretende hacer a través de declaraciones a deshoras, fuera de contexto, que en lugar de ayudar lo único que hacen es frivolidar con un asunto del que no se puede hacer política irresponsable.