Conductores que se saltan a la torera los semáforos para peatones, peatones que cruzan sin esperar a que el disco se ponga en rojo o vehículos que pasan a toda velocidad apurando la luz ámbar. Son algunas de las infracciones más habituales que se pueden ver a diario en la avenida Santa Eulària, una de las principales arterias de Vila y uno de los ‘puntos negros’ de la ciudad con mayor índice de accidentes, especialmente durante el verano.

Para intentar disuadir a los infractores que no respetan los semáforos, el Ayuntamiento de Eivissa descarta de momento la instalación de cámaras de vídeo como en otras ciudades españolas y se plantea «a largo plazo» implantar sistemas de sanción automática. Dispositivos que capten las matrículas de los vehículos que se salten el disco en rojo y que permitan tramitar la sanción sin necesidad de que tenga que ser un agente de la policía en persona quien multe.

Cambio de dirección

El concejal de Mobilitat del Ayuntamiento de Eivissa, Juanjo Hinojo, cree que una parte de los problemas de tráfico que presenta la avenida Santa Eulària desaparecerán con el cambio de sentido de las principales avenidas que se implantará a partir de octubre. «Sabemos que esta avenida tiene un problema de accidentalidad pero creemos que cuando la vía sea solo de un sentido esto se arreglará», señaló.

El mayor riesgo de accidentes se registra en las calles que desembocan en la avenida, como Felip II o la calle de salida del aparcamiento de es Pratet. «Es un problema si quieres incorporarte en sentido salida de Vila porque tienes que atravesar el carril donde circulan los vehículos en sentido contrario», explicó.

Sin embargo, la avenida Santa Eulària no es la única vía que presenta problemas. Otros cruces como el de la calles del Eixample con la avenida Isidor Macabich o la encrucijada entre Ignasi Wallis, Vara de Rey y la avenida Espanya también son conflictivos tanto por los conductores que se saltan los semáforos como por los peatones que cruzan mientras está en rojo. En la E-10, los semáforos también son ‘invisibles’ para muchos conductores que, aunque estén en rojo, se lo saltan si no ven pasar un peatón.

A pesar de las innumerables infracciones en semáforos, el ránking de las multas en Vila lo encabeza el impago de la zona azul y el aparcamiento en zonas no permitidas.

LA NOTA

Objetivo: reducir los coches

Más allá del endurecimiento de las sanciones, el principal objetivo de los responsables municipales es la reducción de vehículos en el centro de la ciudad que eviten los colapsos, especialmente graves en verano a última hora de la tarde y en días nublados cuando todo el mundo decide ir a Vila.

La Concejalía de Movilidad insiste en la utilización de aparcamientos disuasorios y, para aumentar el número de plazas, reorganizará el parquin de Cas Dominguets y estudiará ampliar los aparcamientos en la calle de es Cubells, junto a los Multicines. Para ello, reducirá la anchura de los carriles de esta calle y cambiará la orientación de las plazas obligando a los coches a aparcar en batería.