Jaume Ródenas, presidente y fundador del Banco de Alimentos de Eivissa.

El Banco de Alimentos de Eivissa espera recibir «entre el 12 de septiembre y primeros de octubre» el primer envío de productos procedente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) con 80 toneladas de alimentos, el 25 por ciento de lo que recibirá la entidad anualmente por parte del Estado.

Según cálculos del fundador en Eivissa de la ONG, Jaume Ródenas, «a 1 euro el kilo, podemos hablar de que llegarán por esa vía 300.000 euros en comida».

«Esperamos recoger cantidades similares con otras acciones, como pasa en otros Bancos, y así podemos hablar de montantes importantes. También esperamos recibir ingresos para mantener la infraestructura, la nave donde trabajamos. De lo contrario, será muy difícil. En nuestra web, baef.es, cualquier empresa puede encontrar cómo colaborar. No hace mucho nos han donado la traducción de la página en cuatro idiomas», destacó Ródenas.

Tras lograr una nave donde guardar la mercancía, el Banco de Alimentos recibirá productos procedentes de dos grandes vías: la oficial, es decir del MAGRAMA, «donde ya estamos reconocidos. A través de un programa europeo de ayuda a personas sin recursos envían tres veces al año alimentos que adquieren a través de concurso. Eso supone por lo menos el 50 por ciento de los productos que repartimos», señaló Ródenas, quien añadió que «el resto procede de particulares, donaciones o campañas de recogida que se celebran en lugares con afluencia de público. En esta segunda parte, hay más diversidad de productos», ha aclarado Ródenas, quien ha asegurado que «hemos cumplido el plazo y recientemente hemos recibido algunos envíos por parte de la Federación nacional con alimentos que ya fueron repartidos».

Asimismo, desde la entidad lamentan que deban pagar «a coste de mercado» el alquiler de la nave donde depositan los alimentos «porque es un verdadero disparate al ser de los pocos bancos en España que pagamos alquiler, puesto que en el resto del país tienen la suerte de que las instituciones les han cedido un espacio».