El artista Sandro Zendrall. | DANIEL ESPINOSA

Trazos de precisa armonía surgidos de la espontaneidad y del impulso creativo, de la inspiración y del equilibrado sincretismo de una paleta cromática que evoca la tornasolada luz del Mediterráneo ibicenco. Y sentimiento, mucho sentimiento, a la hora de reflejar conceptualmente las formas que se atisban en sus creaciones artísticas. Así podría resumirse la amplia exposición que el arquitecto y pintor suizo Sandro Zendralli inauguró el viernes en Le Pigeon Voyageur, con motivo de la fiesta de conmemoración del segundo aniversario de esta conocida galería y tienda de muebles.

Sandro Zendralli, afincado en Eivissa desde hace un año, nos ofrece una interesante propuesta pictórica con una muestra integrada por una treintena de cuadros de pequeño, mediano y gran formato, con medidas que van desde los 40x40 hasta los 345x160 centímetros, y con precios de venta al público que oscilan entre los 1.000 y los 18.000 euros. Las obras, realizadas con técnicas de acrílico sobre tela, cartón y fibra de madera, pertenecen a su etapa creativa más reciente, la que el prolífico autor helvético ha venido desarrollando desde el año 2015 hasta hace tan solo unos pocos días, cuando finalizó la ejecución de sus últimas pinturas.

«Desde que me trasladé de Suiza a Eivissa se ha producido en mí un importante cambio que puede apreciarse tanto en las tendencias como en el estilo de mis obras. La inspiración es la misma, pero la energía que se plasma en mis trabajos es totalmente diferente desde que vivo en la isla. La luz mediterránea de Eivissa es maravillosa, estoy enamorado de la isla y de su gente, y esa influencia se nota en las sensaciones de alegría y felicidad que se plasman en mis cuadros», explicó Zandralli.

Artista visionario con alma de ‘esencia minimalista a la japonesa’, Sandro Zendralli se caracteriza por ser un pintor con un estilo único, maestro del paralelogramo y de los arabescos, capaz de sorprendernos con un impresionante equilibrio en el control de los colores. Sus conmovedoras pinceladas surgen de forma innata, sin proyectar, sin filtros y sin boceto previo, pues son fruto de los chispazos de inspiración que el helvético siente al instante.

Antonio Cardona, propietario de Le Pigeon Voyageur, manifestó que «es un lujo y un placer muy grande acoger en nuestras instalaciones a Sandro Zendralli. Se trata de un gran artista de talla internacional que destaca por poseer una espectacular variedad de cuadros. Conseguir llenar los 1.000 metros de exposición que tenemos no es nada fácil, pues para ello debe ser un artista con una obra amplia y extensa como ésta. Espero y deseo que el público la disfrute y la conozca porque son cuadros que tienen mucha profundidad y una gran fuerza por su inigualable colorido. Son obras que nos hacen amar la vida».

La colección de pinturas de esta muestra de Sandro Zendralli permanecerá abierta al público en Le Pigeon Voyageur hasta el próximo 12 octubre.