Las madres afectadas de Can Misses explican sus necesidades a Margalida Ferrer durante la reunión en la sede de la Delegación Territorial de Educació. Foto: DANIEL ESPINOSA.

Los padres de los alumnos con necesidades especiales del colegio público de Can Misses no obtuvieron ayer la respuesta que esperaban de la reunión con Margalida Ferrer, delegada territorial de la Conselleria d’Educació del Govern en Ibiza y Formentera.

El lunes protagonizaron una cacerolada en las puertas del centro educativo para protestar, entre otras cuestiones, por la falta de personal especializado para atender a los 17 alumnos con necesidades especiales que estudian actualmente en el colegio.

Tras el encuentro de ayer con tres de las madres afectadas, la delegada de Educació sigue sosteniendo que el personal asignado en Can Misses es «suficiente» para atender a los niños que lo necesitan y cumplen los criterios establecidos. Según señaló, el centro dispone de tres psicoterapeutas, un auxiliar del lenguaje, una persona que se dedica a la atención a la diversidad, más dos auxiliares técnicos educativos durante 7 horas.

Margalida Ferrer añadió además que está creando un grupo de alteración de conductas destinado al alumnado autista que acudirá dos veces por semana al centro y que se ha aumentado el control del equipo psicopedagógico de 10 a 15 horas. «Si después se ve que los alumnos tienen más necesidades se pondrá remedio pero, a día de hoy, los alumnos están atendidos», concluyó.

Por su parte, las madres de los alumnos destacaron que cada niño es «un caso diferente». «No somos simples números porque ningún niño es igual que otro y necesita un especialista diferente», explica María Cinta Piqué.

El hijo de Mayte Portillo, otro de los alumnos afectados, tenía el año pasado 16 horas de atención especial y este año solo tiene 5. «Le han retirado la auxiliar técnico educativa porque consideran que no es necesaria porque su problema es conductual sin tener en cuenta otros temas como la psicomotricidad».

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Las madres además piden un personal fijo en el centro en lugar de un equipo itinerante que vaya dos o tres días a la semana.

LA NOTA

«Mi hijo se encierra en sí mismo y necesita que le ayuden»

Los padres de niños con necesidades especiales explican la importancia del personal de refuerzo para sus hijos. El hijo de María Cinta Piqué tiene 6 años y un trastorno en el desarrollo del lenguaje y «necesita a una persona que sepa que está ahí porque le cuesta mucho comunicarse».

Mayte Portillo, otra de las madres afectadas, explica que su hijo ya ha presentado síntomas de «ansiedad y reticencia a la hora de ir al colegio» porque este año ya no cuenta con la persona de refuerzo que tenía durante el curso pasado.

Según señala esta madre, los niños con necesidades especiales tienen «muchas dificultades en aceptar los cambios», lo que provoca que, en muchos casos, se registren crisis e incluso algún tipo de «conducta destructiva» entre ellos.