El presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, posa junto al muelle de la cofradía de pescadores de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

El puerto de Vila se ha blindado a la entrada de coches y el modelo peatonal consensuado entre el Ayuntamiento y Autoritat Portuària de Balears es «irreversible», según advierte su presidente, Joan Gual de Torrella.

En una entrevista concedida a este medio, el jefe de la APB defiende el «éxito» de la medida que ha impedido este verano el acceso de vehículos a los muelles de la fachada marítima, incluidos los taxis. «Al mes de implantarse se había demostrado su éxito. Yo he visto a 2.000 o 3.000 personas paseando por allí. Nunca he visto que el proceso de peatonalización no tenga éxito, y habiendo tenido éxito, que sea reversible», explicó Gual de Torrella.

Uno de los colectivos más combativos frente a la restricción es el del taxi. Su presidente, Alejandro Cardell, se topó ayer mismo con la negativa de Gual de Torrella a permitirles entrar hasta es Martell el próximo verano. «El modelo es peatonal y ha sido un éxito. Se lo he dicho tal cual [a Cardell]», precisó antes de recordar que la parada de taxis más cercana está «a 40 metros» de la entrada al puerto. «Pero en aquello que podamos contribuir, lo haremos», matizó el presidente de la APB, que mantendrá un nuevo encuentro con la patronal del sector en el mes de noviembre.

Edificio de es Martell

Respecto al nuevo edificio de es Martell, el presidente de la APB puntualizó que las obras comenzarán en noviembre y se prolongarán hasta Semana Santa. Gual de Torrella reiteró que el Ayuntamiento «no va a autorizar» usos comerciales en el edificio y recordó que la concesión es para «dar servicio» a las marinas de grandes esloras.

El presidente de la APB mantuvo ayer un encuentro con los tenientes de alcalde de Vila, Alfonso Molina y Elena López, para repasar los proyectos que hay sobre la mesa en el puerto y que afectan a la ciudad. Para el espacio que actualmente ocupa la estación marítima de Formentera –que a partir del próximo año se trasladará 200 metros, hasta la cofradía de pescadores–, ambas entidades se mostraron partidarias de crear amarres sociales «que estén enfocados a esloras pequeñas y medias de cara a que el residente no quede excluido de la práctica del mar».

Sobre el traslado de la estación marítima de Formentera en el puerto de Vila, señaló que el Club Náutico y el varadero «perderán un espacio» que habrá que «reordenar».

Fondeos sobre posidonia

El máximo responsable de los puertos de Balears se refirió también a los planes para reducir los fondeos masivos frente a las costas del municipio, que amenazan con sus anclas las praderas de posidonia. El presidente de este organismo dependiente del ministerio de Fomento explicó que están pendientes de recibir un estudio de la afectación de los fondeos sobre posidonia «para analizarlo y buscar soluciones».