El dispositivo policial intervino una gran cantidad de material a la treintena de personas denunciadas por venta ambulante.

Tres detenidos, 31 personas identificadas y 32 denuncias. Es el balance de un dispositivo policial desplegado la madrugada de ayer contra la venta ambulante, los hurtos y la prostitución en vía pública, en la zona del West End.

Según informó ayer el Ayuntamiento de Sant Antoni, el operativo se desplegó a partir de las 4 de la madrugada en la calle Santa Agnès y sus alrededores.

En el operativo conjunto participaron ocho agentes de la Policía Local de Sant Antoni, siete guardias civiles y cinco miembros del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la brigada de extranjería.

Como resultado de esta actuación se identificó a un total de 31 personas y se interpusieron treinta denuncias por venta ambulante.

Además, los agentes denunciaron a una persona por ofrecer servicios sexuales en la vía pública y a otra por infringir la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana por un delito de tenencia de drogas.

Detenciones

Los agentes detuvieron a dos personas por infracción a la Ley de Extranjería, ya que se encuentran ilegalmente en territorio español. Se detuvo también a una tercera persona sobre la cual pesaba una orden de detención en vigor.

Además, se comunicó mediante diligencia a diez personas la salida obligatoria del territorio español en aplicación de la Ley de Extranjería.

Durante el operativo fueron intervenidos numerosos objetos que los denunciados ofrecían ilegalmente.

Entre el abundante material intervenido por el dispositivo policial hay centenares de gafas de sol, varias decenas de relojes, centenares de pulseras, bolsos y sombreros.

El dispositivo preventivo desplegado la madrugada de ayer ha sido uno de los más numerosos desplegados esta temporada en la zona del West.

Los vecinos y empresarios de la zona insisten en que estos operativos «están bien», pero reclaman que la presencia policial en la calle «sea constante y todos los días» ya que, según denuncian, a la venta ambulante se suma el trapicheo de drogas, los hurtos y la prostitución, «cada vez más abundante en la zona».