La comunidad educativa de Ibiza se concentró ayer en Vara de Rey para reclamar un presupuesto «digno» para la educación pitiusa en la convocatoria organizada por la Coordinadora de Professorat Preocupat y la Assemblea de Docents. A la protesta acudieron un centenar de personas, entre las que se pudo ver al diputado de Podemos Aitor Morrás o al exconseller Albert Prats. Además de las tradicionales camisetas verdes se pudo ver gente con caretas de la presidenta Armengol.

FAPA Eivissa se unió a la protesta para «dar visibilidad a la grave problemática que tenemos ahora mismo en la educación en Ibiza. Queremos que toda la sociedad sea partícipe de la falta de recursos para la atención a la diversidad, la falta de infraestructuras que padecen las Pitiusas, el aumento de alumnos por aula...queremos reclamar que desde todas las instituciones afronten esta situación», explicó Pepita Costa, presidenta de FAPA Eivissa, quien aseguró que son «conscientes» de la falta de presupuesto que argumenta la Conselleria d’Educació del Govern, «pero esto no es excusa para que no cumplan con su promesa electoral, que era priorizar la educación. No podemos esconder esta situación, que es muy grave y que necesita que todos los políticos de la isla se impliquen para exigir una financiación digna para la educación pitiusa». En esta misma línea se expresó Joan Amorós, representante de la Assemblea de Docents, quien recordó el «déficit histórico» de infraestructuras y recursos que padecen Ibiza y Formentera en materia educativa. En este sentido, este año, debido al incremento de alumnos y la falta de espacio, se han tenido que habilitar hasta salas de profesores como clases. «Queremos un diálogo real y efectivo, que nuestras reivindicaciones sean escuchadas. En la pasada legislatura ya lo dijimos: no podemos seguir con el efecto péndulo en la educación que cuando llega un gobierno hace una cosa y cuando entra otro hace otra cosa totalmente diferente. Así la educación no avanza porque la comunidad educativa debemos formar parte de las decisiones». En este sentido, el manifiesto concluyó reivindicando un «diálogo efectivo, real y que ponga en funcionamiento un cambio de paradigma. Es la única manera de desligar la educación de las diferentes políticas que van deshaciendo lo que otros han hecho».