▲ Sector turístico, uno de los más afectados. Las empresas del sector turístico balear son las que más ataques reciben, muchos de ellos no se dan a conocer por «vergüenza» ya que los correos con virus son abiertos por los propios usuarios sin saberlo.

Más del 15 por ciento de las empresas de Balears pierden totalmente la información almacenada en sus sistemas informáticos por ataques de hackers (piratas) en forma de correos electrónicos que contienen un virus, lo que en argot del sector se denomina ‘malware’, que luego exigen un pago para liberarla de las encriptaciones, según señala el abogado y consultor en la firma Pyramide Asesores, Luis Ángel González.

Esta firma, junto a la sociedad Sein Tic, están realizando estudios autonómicos para sacar a la luz un fenómeno que ha crecido de forma progresiva en los últimos años y que está generando una situación más que problemática a las pequeñas y medianas empresas, que son las que menos medios tienen para disponer de sistemas de control y copias de seguridad.

González añade que los ciberdelincuentes, que en este caso están radicados en Rusia, Ucrania o Bielorrusia, diseñan programas que hacen casi imposible la recuperación de los archivos y aplicaciones afectadas.

«Los más peligrosos son aquellos que cifran archivos o bloquean los sistemas informáticos i sin el permiso o el conocimiento del usuario. Una vez afectados los recursos se vuelven irrecuperables, salvo que se tenga una buena copia de seguridad o se acceda a pagar el rescate exigido por quien los ha encriptado», puntualiza este experto.

Tras el análisis realizado por Pyramide Asesores y Sein Tic, se ha detectado que se trata de grupos organizados de ciberdelincuentes que lanzan ataques masivos e indiscriminados a cuentas de correos de empresas simulando ser envíos de empresas conocidas, caso de avisos de recepción de paquetes o certificados de Correos, facturas que simulan ser de compañías de luz o gas, supuestos avisos del banco, compañías de seguros y ofertas comerciales.

«Lo curioso es que es el propio usuario el que abre la puerta a estos ciberdelincuentes y pone en marcha todo el proceso de encriptación de la información, de ahí que los antivirus no lo detectan fácilmente. Luego, al final, no queda más remedio que pagar. Muchos de estos ataques no salen a la luz porque se viven desde el deshonor y la vergüenza», apunta González.