Narcís Puget Viñas fue fotógrafo antes que pintor. Su afición por la pintura surgió mientras retocaba con pinceles como se hacía antiguamente los clichés con los que captaba las instantáneas fotográficas. Nacido en 1874 en una familia pudiente de Dalt Vila, descubrió su pasión por el retrato en el Museo del Prado, que visitaba frecuentemente para copiar las obras de sus pintores favoritos: Velázquez y Goya.

En Madrid estudió durante dos años en la academia de Eduardo Chicharro y, cuando decidió volver a Ibiza en 1909, la isla pasaba por una situación económica tan difícil que se vio obligado a retomar su oficio de fotógrafo porque no había ninguna posibilidad de vivir de la pintura.

En 1916, ya casado con Guillermina Riquer Wallis, se instaló en un piso del paseo de Vara de Rey donde montó un estudio de fotografía y una academia de dibujo y pintura por donde pasaron alumnos que luego se convirtieron en afamados pintores como Antoni Marí Ribas ‘Portmany’, Josep Tarrés Palau o su propio hijo Narcís Puget Riquer.

Un año después, el pintor valenciano JoaquínSorolla le animó durante una visita a la isla a que volviera a pintar después de ver algunos de sus óleos. Este encuentro con Sorolla marcó un antes y un después en la vida de Puget Viñas porque decidió retomar su oficio de pintor para no abandonarlo más.

Años después viajó a París junto al profesor ManuelSorà para visitar el museo del Louvre, donde quedó fascinado por el impresionismo hasta tal punto de convertirse a esta tendencia.

A partir de ese momento y hasta la década de los años 30 plasmó en sus lienzos escenas costumbristas, fiestas tradicionales y personajes con la indumentaria típicamente ibicenca. También escenas de la procesión del Corpus, la del paseo de Vara de Rey y de la berenada popular en Puig des Molins.

Su oficio de fotógrafo se vislumbra en sus cuadros, la mayoría de los cuales están realizados a partir de imágenes captadas por él mismo con un cámara en las que muestra un gran interés por los detalles de las ropas de los personajes.

La fama de Narcís Puget traspasó la isla de Ibiza con sus primeras exposiciones en Palma en los años 20 y, a partir de los 30, da el salto a Madrid donde expone en el Museo de Arte Moderno, entre otros lugares.

Puget Viñas pintó hasta que la pérdida de visión se lo impidió cuando ya había cumplido los 80 años de edad. Murió en Santa Eulària en el año 1960.