Marratxí es al PSOE de Pedro Sánchez. Hay una división fratricida y la razón no es otra que José Ramón Bauzá. El grupo municipal está fracturado entre quienes creen que Bauzá debe seguir siendo presidente del partido en el municipio y quienes creen que ya hace años que debía haber dejado el cargo. Hay movimientos para tratar de descabalgar a Bauzá de la presidencia local que hasta ahora han sido infructuosos, pero en la sede de Palau Reial ya empiezan a ver con recelo alguna de las maniobras de quien les llevó de la gloria de los 35 diputados al infierno de la oposición.

Bauzá vuelve a asomar la cabeza en el partido y eso ha despertado ciertas suspicacias. En las filas ‘populares’ creen que en la operación que se fraguó en verano de 2015 para desalojarle de la presidencia del PP balear se cometieron dos errores: permitirle que conservara la presidencia del PP de Marratxí y auparle al Senado para desde donde vive la primera línea política con esa respiración asistida que le da ser miembro de la Cámara Alta.

Las aguas comienzan a moverse en el PP y más lo harán si, como esperan, Mariano Rajoy es elegido presidente del Gobierno a finales de este mes. Su elección provocará una cascada de congresos de renovación que en algún momento llegarán a Balears.

Cuando llegue ese momento, varios dirigentes del partido que están tomando posiciones no descartan nada, ni siquiera que Bauzá utilice esas dos patas ortopédicas sobre las que camina, el Senado y la presidencia del PP de Marratxí, para postularse como heredero de Miquel Vidal. En Madrid incluso es requerido por el partido para participar en tertulias de televisión o para ofrecer conferencias en municipios de la periferia. No se entiende esa proyección que le da Génova y que puede ser la catapulta definitiva, aunque también es cierto que aspiró a ser portavoz en una las comisiones del Senado y se quedó con las ganas.

Bauzá asoma de nuevo la cabeza en Palma y en Madrid. «En el partido nadie descarta nada cuando se habla de Bauzá», asegura una de las personas de confianza de Gabriel Company, el aspirante con más posibilidades para lograr el despacho que ahora ocupa Vidal. De hecho, incluso quieren que de el paso y se presente. «Acabará destrozado. Igual es la solución para librarnos definitivamente de él», aseguran.