Muchos somos los que miramos con ilusión y optimismo las obras que el Ayuntamiento de Vila ha comenzado a ejecutar en el centro de la ciudad. La peatonalización de Vara de Rey y el casco antiguo, aunque durante varios meses generará molestias a vecinos y comerciantes, es un avance sin precedentes en la capital administrativa de la isla. Vaciar de coches el centro ganando espacio para las personas es garantía de éxito. Uno de los ejemplos más claros y recientes lo hemos encontrado este verano en el puerto de Vila, donde miles de residentes y turistas disfrutaban a diario del nuevo y diáfano muelle junto a la fachada marítima y el barrio de La Marina.

Esta semana han arrancado unas obras que también conllevan el cambio en el sentido de la circulación de los coches y, lo que para mí es aún más importante, la proyección de carriles bici que entronquen con los accesos a la ciudad y poblaciones cercanas. Ante la masificación de vehículos padecida este verano y criticada por (casi) todos resulta de imperiosa necesidad habilitar carriles bici no solo para la práctica deportiva, sino como medio de transporte para estudiantes y trabajadores. Circular en bici por la ciudad debería ser un placer y no una carrera de obstáculos donde el vehículo y las barreras arquitectónicas siempre ganan la partida.

Por su puesto, tendremos que armarnos de paciencia, aguantar ruidos y otras molestias y adaptarnos a los cambios, que seguro merecerán la pena.

Esta semana ha llegado al fin el otoño a las Pitiusas, con una bajada de las temperaturas y las primeras tormentas de octubre. La falta de lluvias había dado un respiro a comerciantes y restauradores, que han podido alargar un par de semanas la temporada y lograr una mejor facturaciónrespecto a años anteriores, cuando ya se habían producido diluvios en septiembre, incluso en agosto.

Arranca así una temporada de invierno que deberá sentar las bases del futuro que quieren los ibicencos. En esta isla donde parece que delinquir y cometer abusos resulta impune es necesario que nuestros gestores actúen con más contundencia y mano dura frente a quienes expolian la riqueza que entre todos generamos. Si no lo hacen carecerán de toda respetabilidad para representarnos.