Los visitantes se muestran atentos a la ponencia junto al domicilio sostenible y ecológico de Can Tanca. Foto: A. M.

«Desde Europa ya están diciendo que las casas ‘cero energía’ van a ser obligatorias en poco tiempo», anunció el propio Julian Watson, constructor de la casa, durante la presentación del inmueble Can Tanca en Sant Llorenç.

Cerca de un centenar de personas, entre visitantes y expertos en este tipo de construcciones, presenciaron ayer una serie de ponencias sobre las condiciones de esta vivienda sostenible y ecológica. Durante las intervenciones, parte de los responsables de este hogar recalcaron el propósito firme de certificarla bajo el distintivo Passivhaus Premium y con el certificado Breeam Excepcional.

El hogar tiene una dimensión de 210 metros cuadrados. Está diseñada mediante materiales renovables: la estructura está construida con madera que proviene de bosques sostenibles, el aislamiento también ha sido llevado a cabo mediante fibra de madera, y la grava utilizada se ha extraído de los edificios antiguos. Además, reluce por su sistema de energía renovable con base fotovoltaica, lo que le permite ser 100% autónoma. «El material que más predomina en la casa es la madera», explicó Oliver Style a la vez que dejó claro que, aunque la madera favorece al proceso y es renovable, es cierto que se puede construir una vivienda pasiva con cualquier tipo de material.

Esta vivienda no envidia a cualquier domicilio. Está equipada con una gran cocina, un cuarto de baño, una zona de estar y hasta habitaciones para el descanso. Otro punto que destaca es sin duda «el bajo gasto que desprende», según dejaron claro parte de los consultores y arquitectos de la obra. Para ello, es importante saber hacia qué punto va a estar orientado el domicilio antes de ponerse manos a la obra. «Una familia en la zona de Barcelona gastaba 3.600 euros en calefacción, y desde que han pasado a vivir a una casa sostenible pagan 660 euros», señaló el mismo Julian Watson al subrayar que todo ello tiene un ahorro de hasta un 80% en temas energéticos.

El coste de las viviendas con elementos sostenibles y ecológicos, argumentó seguidamente Watson, llega a alcanzar aproximadamente un 10% más al de un domicilio tradicional. «Merece la pena esa inversión extra de cara a tener aislamientos buenos porque el gasto inicial se recupera con lo que te ahorras en el consumo energético», concluyó satisfecho el constructor Julian Watson al ver que la sostenibilidad y el bienestar ha llegado a Can Tanca.