Un momento de la mesa redonda celebrada ayer en la sede de la UIB en Ibiza.

El doctor en Pedagogía y catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universitat de les IIles Balears, Joan Jordi Muntaner, defendió ayer la escuela inclusiva en la mesa redonda Escola Inclusiva: Cap a on anam?, organizada por Pitiüses per l’Acord Educatiu. Ante el proyecto de un centro de educación especial en Ibiza, Muntaner aseguró que «crear un centro de educación especial es dar una solución antigua a problemas actuales y muy reales». En su opinión, en lugar de crear centros nuevos, «vamos a ofrecer los servicios necesarios, es evidente que se necesitan apoyos, la discusión es cómo se van a gestionar». De hecho, aseguró que «es injusto, antiético y antinatural que haya niños de Ibiza en escuelas de Mallorca», en referencia a alumnos con necesidades especiales fuera de la isla. Muntaner recordó que «hace 40 años se cerró en Ibiza el centro de educación especial y hoy sabemos que hay alternativas mejores», dijo.

Muntaner recordó que la escuela inclusiva «nos dice que debemos potenciar la escuela a la que puedan asistir todos los alumnos de la zona, sean cuales sean sus características». En su opinión, no se han de crear nuevos, «sino mejorar los que tenemos, que todos puedan asistir, participar y aprender». Rechazó la tesis que «la historia de la educación nos ha hecho pensar que las diferencias son algo naturales y requieren respuestas diferentes y aquellos que son diferentes deben ir a una escuela diferente, pero eso no es cierto». En su opinión, «la mejor alternativa es la escuela ordinaria con los mejores recursos, no es una idea que tengo yo como iluminado sino que España se adhirió a la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad que defiende y apoya la educación inclusiva».

Otra de los ponentes de la charla fue la presidenta de la FAPA de Ibiza, Pepita Costa, que defendió la escuela inclusiva, «en la que todos los alumnos puedan acceder a los mismos derechos educativos aunque tengan necesidades especiales». Aseguró que, con el proyecto del centro, se plantea «una disyuntiva complicada porque pensamos que todo el alumnado se necesita integrar, pero es complicado cuando se trata de un alumno con un alto grado de discapacidad y necesita más servicios asistenciales que educativos». Costa recordó que ahora hay un problema de que los recursos son insuficientes. «Si queremos optimizar mientras esos recursos no llegan una alternativa serían las aulas UEECO y que el alumnado fuera a centros con recursos necesarios, que tengan igualdad de oportunidades. Las familias viven con mucha angustia el proceso educativo», concluyó.