Ramon Mondéjar Coll, en la sede del STEI de Ibiza la semana pasada.

Las Pitiusas cuentan con 184 profesores de enseñanza concertada repartidos en los cinco colegios de Ibiza y uno de Formentera. El secretario de la enseñanza privada y concertada del STEI, Ramon Mondéjar, se ha desplazado a Ibiza para visitar los centros educativos y recoger las inquietudes de los profesores. El portavoz del STEI para la concertada y privada reivindica que el salario de un profesor concertado llegue a equipararse con un interino de la pública.

—¿Cómo está la enseñanza concertada?
—El STEI llegó a un acuerdo en 2008 de mejora de la enseñanza concertada para equipararse con los interinos de la pública, que se paralizó con el decreto de 2010. En febrero de 2016 se reactivó el acuerdo con mejoras muy importantes para los trabajadores de la concertada, como mejora del salario con un complemento retributivo que subirá 140 euros en tres años. Ya estamos cobrando el primer sexenio, una de las luchas más grandes que hemos tenido en Balears.

—¿Qué diferencia salarial hay entre un profesor de concertada y la pública?
—Los sexenios marcan la diferencia. Pueden variar de 200 a 400 euros al mes de diferencia. Ahora lo estamos acortando y nos estamos acercando más a los interinos para intentar estar equiparados en 2019. No nos podemos comparar con un funcionario de oposición pero sí con un interino. La Conselleria d’Educació controla las titulaciones de profesores que van a ser contratados por los centros concertados. Cada vez hay más control por parte de la Conselleria y eso está muy bien.

—Algunos colegios concertados se quejaban de que las ayudas de la Conselleria d’Educació llegaban tarde. ¿Ha mejorado la situación?
—Ha habido épocas en que los pagos de la Conselleria a los colegios se retrasaban. El colegio concertado recibe anualmente una cantidad por unidad concertada con la que hacen el mantenimiento de los centros y pagan el personal no docente, de administración de servicios y de limpieza. Si a esos colegios no les pagas su cuota tienen un déficit y no pueden pagar a sus trabajadores.

—¿Cómo están ahora?
—El pago está al día. Ha habido épocas en las que lo han pasado muy mal porque han tenido que pedir préstamos para poder pagar a sus trabajadores.

—¿Cómo son las relaciones con la Conselleria d’Educació?
—Ha cambiado sustancialmente la relación directa, dan importancia a la escuela concertada porque para ellos es un servicio público como la pública. La concertada es el 40% de la educación de Balears. Estamos llegando a bastantes acuerdos ¿Cuál es el problema actual? Hay partes del acuerdo económico de 2016 que no se han cumplido. A nosotros nos quitaron la paga extra de 2012 como a los funcionarios y al negociar el acuerdo firmamos que lo cobraríamos como los funcionarios públicos. Ellos los han cobrado pero nosotros todavía no. Vamos detrás de los funcionarios públicos. También negociamos un acuerdo sobre centros en crisis para que los trabajadores que puedan perder su trabajo por una perdida del concierto en su centro o por cualquier otro motivo que entren en una bolsa de colocación para que puedan ser recolocados en otros centros sin perder la antigüedad.

—¿Qué diferencia hay entre un centro concertado y un público?
—El concertado es de propiedad privada y han firmado un acuerdo con la Conselleria d’Educació para que los centros estén subvencionados o concertados con la administración para pagarles a los trabajadores de ese centro porque el servicio público no es suficiente para cubrir las necesidades de la enseñanza pública en España.

—Pero son trabajadores de una empresa privada.
—A todos los efectos son trabajadores de una empresa privada. La unica relación contractual de la Conselleria es el pago. Dependen siempre de tu centro de trabajo.

—Pero si te quiere despedir lo puede hacer.
—Efectivamente.

—¿No está atado de pies y manos un profesor de la concertada?
—Está mucho más atado que uno de la pública. Sabe que entras con contratos precarios, temporales y renovación anual. Sabes que estás atado a que en cualquier momento te pueda despedir.

—¿Repercute en el alumnado en la calidad de la educación?
—Sí y no. Las plantillas de la enseñanza concertada son más estables que la pública. En la concertada, la plantilla fija puede rondar entre un 70 o un 75% y la pública es menor por la cantidad de interinos. Al haber una plantilla estable los proyectos se desarrollan mejor. En la pública el problema es el de la interinidad. En la concertada, las contrataciones que más se mueven son las del profesorado de atención a la diversidad. Después de una serie de negociaciones, hemos conseguido que el 80% de la plantilla de atención a la diversidad sea fija.

—¿No da la impresión de que la concertada cuenta con menos recursos para necesidades especiales que la pública?
—Siempre hemos pedido que la relación de recursos sea la misma, como dice la ley.

—Pero la realidad no es así.
—No nos regimos por las mismas directrices que la pública. Ellos tienen bastante más dotación que la concertada. Lo reclamamos día tras día y probablemente ahora con una situación de estabilidad se pueda invertir la situación y haya más dotación de personal de atención a la diversidad.

—¿Cómo es la relación de los patronos con los profesores?
—El trabajador de un centro privado quiere un puesto de trabajo fijo y acata lo que dice el patrono, siguiendo sus pautas. Un trabajador de un concertado tiene más miedo que uno público. El director te marca la pauta y en la pública es más libre. En los concertados se intenta seguir la norma de cada colegio. Lo llevan bastante bien, pero atendiendo lo que marca el patrón. A veces no debería ser tan exigente y escuchar los derechos de los trabajadores. Hay centros en los que hay participación general de la gente y otros no.

—¿Y el caso de Ibiza?
—Hay centros del Obispado y de congregaciones religiosas. He visto en los centros de Ibiza muy buena aceptación. He estado en centros como el de Can Bonet de Sant Antoni y el de Sant Jordi y ha ido muy bien hablando con la gente. Hay centros más abiertos y otros más cerrados. Han querido vender que el STEI es un sindicato de la pública, pero somos intersindical y abarcamos a todos los trabajadores. Somos el segundo sindicato de la concertada, por detrás de USO, pero siempre defenderemos a los trabajadores de la concertada, que tengan las mejores condiciones de su trabajo.

—¿Escolarizaría a su hijo en un centro concertado o a un publico?
—Le pongo mi ejemplo, soy de un centro concertado de Palma, La Salle, y mi hija está allí. Me ha ido bien y creo que la educación es muy buena allí. Como en la publica, en la concertada hay centros buenos y malos. Cada centro depende de cómo trabaja el equipo profesional, que te da un caché o no te lo da. Hay públicos con mucha demanda y otros que no. En Palma hay dos centros públicos muy cerca y uno tiene una demanda de un 150% y otro de un 50%. Para mí, la enseñanza pública y concertada están equiparadas igual.

—¿No se relaciona más la concertada con un modelo tradicional y conservador?
—Depende. Las cooperativas, que en Ibiza no hay, hacen un trabajo fantástico en enseñanza, son muy parecidas a la pública. Hay centros que son muy innovadores, depende de cada centro. Hay unos muy buenos. La gente escoge por lo que oye. A veces, influye el sectarismo.

—¿A qué se refiere con el sectarismo?
—Cuando quieres un concertado te piden uniforme porque la mayoría lo llevan. También te hacen pagar una cuota extra para mantenimiento. La gente sin recursos no puede ir y empieza a haber una diversificación de clases.

—¿Es legal pagar esa cuota en los centros concertados?
—No es legal. Se va aprobar una orden de conciertos y uno de los puntos es que se va a prohibir que los centros puedan cobrar esa cuota.

—¿Puede negarse un padre a pagar esa cuota?
—Totalmente, no tiene esa obligación. Hay centros que lo hacen y otros no. En Palma hay centros en los que no se puede pagar la cuota y no la pagan. Esta es una de las que marcan las diferencias más grandes entre la pública y la concertada.