La presentación de la unidad de linfedema se presentó ayer en el salón de actos del hospital Can Misses.

El hospital Can Misses ha puesto en marcha la unidad de linfedema para tratar una de las secuelas más frecuentes de las intervenciones del cáncer de mama. El desarrollo de la unidad ha sido posible por la contratación de un fisioterapeuta que ha realizado la asociación Ibiza y Formentera contra el Cáncer, a través de la Fundación para la Investigación Sanitaria de Balears, con la aportación de 23.000 euros.

El linfedema es una acumulación de líquido en brazos y piernas causado por un mal funcionamiento del sistema linfático tras una cirugía en la que se le extirpan los ganglios de axilas o ingles. El linfedema, un problema crónico, afecta, sobre todo, a pacientes afectados por una cirugía de cáncer de mama y de próstata.

La presentación de la unidad que ha entrado en funcionamiento se realizó ayer en Can Misses. El gerente del Área de Salud, Josep Balanzat, recordó que la asociación «lleva mucho tiempo queriendo hacer este tratamiento a las mujeres con cáncer de mama que tienen linfedema».

La unidad de linfedema, que se encuentra en el Servicio de Rehabilitación, estará coordinada por la doctora Sausan Sayed y comenzará con el tratamiento a unas cinco personas y en enero está previsto que comiencen otras diez que están en lista de espera. La duración será de un mes y medio. «Son tratamientos prolongados y duran entre una hora y hora media por paciente. Son individualizados y por eso es importante tener un fisioterapeuta para tratar exclusivamente a los pacientes», explicó ayer el jefe del Servicio de Rehabilitación, Carlos Peláez. Recordó que el tratamiento ya se hacía, «pero ahora se hace más protocolizado y con más rapidez». De hecho, dijo que los enfermos se están remitiendo de Cirugía antes de que se produzca la intervención, con lo que «los tratamientos serán más precisos y correctos, creo que con mejores resultados». También están en contacto con Oncología «para que remitan los pacientes diagnosticados o sospechosos de padecer linfedema; los medios materiales ya los teníamos, faltaba personal y organización», añadió.

La asociación ayuda a 38 mujeres de linfedema a las que se les paga un tratamiento privado y a las que se le ofrecerá el recurso de Can Misses.