El histórico objetivo de ganar meses a la temporada turística parece que sigue el camino correcto. Este invierno se han conseguido cuatro nuevas rutas directas con países europeos (Milán, Ginebra, París y Amsterdam), que se suman a las de Eindhoven y Londres, y una más, y ya son siete, con destinos nacionales al incorporar la ciudad de Málaga al mapa de conexiones con Ibiza. Se trata de una excelente noticia para los residentes y de cara también a desestacionalizar la temporada, pero este paso adelante debe verse refrendado en más establecimientos y negocios abiertos que contribuyan a la creación de empleo en los meses de temporada baja.

Esta semana hemos conocido los planes del Consell d’Eivissa y de Aena para tratar de conquistar el mercado alemán fuera del estío. Conseguir rutas directas con el país germano en invierno sería el espaldarazo definitivo para dar a conocer Ibiza más allá de los meses de ‘sol y playa’.

Sin embargo, que haya conexiones sin escalas no significa que éstas resulten económicas y atractivas. De poco servirá tener nuevas rutas con Málaga o Düsseldorf si las tarifas no bajan de los 200 o 300 euros. Probablemente un turista europeo se decante por otros destinos como Canarias, donde el buen tiempo está casi garantizado, si no halla ofertas realmente competitivas para viajar a Ibiza.

Pero no todo es turismo en las Pitiusas. La movilidad sigue siendo uno de los asuntos pendientes para virar hacia un modelo sostenible. En menos de dos años expiran las concesiones de las empresas de transporte y el Consell parece decidido a dar un impulso al transporte público, modernizando el servicio y ampliando rutas y frecuencias. También se pretende enlazar los principales núcleos urbanos mediante carriles bici, y desde el Consell y los ayuntamientos se está promocionando el uso del vehículo eléctrico con la instalación de una docena de puntos de recarga.

Sin embargo, no todo son noticias alentadoras. En Jesús están indignados con las obras viarias, que por tercer invierno consecutivo mantienen aislada la población y soliviantados a sus comerciantes. La chapuza que se ha hecho con el tramo de acceso a Jesús no tiene justificación y hasta el momento nadie se ha hecho responsable.