Las murallas de Dalt Vila podrían ser hoy un simple recuerdo del pasado si la idea de derribarlas, surgida a principios del siglo pasado, hubiera seguido adelante. Aunque un grupo de notables ibicencos pensaba que este monumento impedía el crecimiento de la ciudad, por fortuna este proyecto nunca se hizo realidad como sí ocurrió en otras ciudades amuralladas.

Una de las personas que luchó en contra de la demolición de las murallas, declaradas Patrimonio de la Humanitat por la UNESCO, fue el periodista y político ibicenco Bartomeu de Roselló, concejal conservador del Ayuntamiento de Ibiza de 1899 a 1909 y alcalde de la ciudad durante los años 1904 y 1905.

Como periodista fundó varios periódicos como El Coco, La Gaviota o El Correo de Ibiza y en 1893 participó también en el nacimiento del Diario de Ibiza, mientras que como político se presentó también a las elecciones de diputados provinciales de 1909 sin éxito.

En 1917, el político ibicenco, de ideas conservadoras, consiguió el escaño bajo la candidatura liberal al que tuvo que renunciar poco después por las diferencias que surgieron con Carles Roman, líder de los liberales y contra el que se enfrentó en las elecciones a diputados a Cortes de 1919 que finalmente perdió.

Pero Bartomeu de Roselló no solo dedicó su vida al periodismo y a la política. Adelantándose a los tiempos, vislumbró la importancia que iba a tener el turismo en Ibiza y, en 1933, fue el principal impulsor y primer presidente del Fomento de Turismo.

Además, fue miembro de toda clases de asociaciones y comisiones y autor de una colección de artículos periodísticos donde defendía la creación de los servicios de luz y agua para la ciudad. Encabezó también las comisiones que promovieron el monumento dedicado a los corsarios y al general Vara de Rey.

Casado con Margarita Pascual, en 1911 se trasladó a vivir a Barcelona donde trabajó como periodista en diferentes rotativos y fue presidente del Sindicato Profesional de Periodistas de la ciudad. A pesar de la distancia, Bartomeu de Roselló siguió vinculado con la vida política y social de la isla y creó en la Ciudad Condal la Colonia Ibicenca de Barcelona.

Por su actividad política y periodística, el Ayuntamiento le dedicó una avenida en 1923 en Vila, actualmente una de las principales arterias de la ciudad. En 1940 dos años antes de su muerte, fue nombrado Hijo Ilustre de la ciudad.

Avenida Bartomeu de Roselló

Roselló recibió al rey Alfonso XIII en su primera visita a Ibiza

Bartomeu de Roselló era el alcalde Ibiza cuando el rey Alfonso XIII via-ó a la isla para inaugurar con honores el monumento dedicado al general Vara de Rey que había sido erigido gracias a las numerosas donaciones recibidas. Fue una visita fugaz que duró solo un día: el 25 de abril de 1904.

La segunda vez que Alfonso XIII llegó a las Pitiusas lo hizo a bordo del barco Infanta Cristina que recaló en Ibiza el 8 de octubre de 1929 sin previo aviso. Cuenta la Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera que, en solo quince minutos, las autoridades locales tuvieron que organizarle la bienvenida. El monarca asistió a la celebración de un Te Deum en la catedral y visitó el Museo Arqueológico de Dalt Vila donde se comprometió a construir el futuro museo en Puig des Molins.

Durante esta maratoniana visita, el rey visitó también la Marina y los otros cuatro municipios de Ibiza. También navegó hasta Formentera, donde recorrió s’Estany des Peix, s’Estany Pudent, es Pujols y el puerto de la Savina.