Morrás, Jarabo, Picornell y Camargo conversando en el Parlament. Foto: JAUME MOREY

El secretario general de Podemos en Balears, Alberto Jarabo, se mostró ayer convencido de que no hay un movimiento crítico y mayoritario contra su gestión, como argumentan Daniel Bachiller, Xelo Huertas y Montse Seijas que, ayer mismo, aseguró que su expediente de expulsión «forma parte de la parafernalia de Jarabo para quitarme de enmedio por ser crítica».

Seijas explicó que en Madrid conocen el descontento con la gestión de Jarabo y que Podemos sigue siendo su partido. Afirma que mientras siga en el Parlament –no se le pasa por la cabeza abandonar el escaño hasta que no se hayan agotado todos los plazos– seguirá «defendiendo al verdadero Podemos».

Mañana se cumple un mes del inicio del expediente. Hace un mes que Pablo Echenique anunció la suspensión cautelar de militancia que, ayer, se transformó en expulsión.

Una gestora

De la lectura cruzada de los tres recursos se desprende el descontento acumulado por diversas actuaciones de la dirección que alcanzaron su punto culminante cuando, a finales de octubre, se decidió dar el apoyo inicial de Podemos a los Presupuestos sin atender a la división que se suscitó en el Consejo Ciudadano Autonómico.

La dirección interpretó, y así lo ha asumido la comisión disciplinaria, que Seijas y Huertas vincularon la continuidad del laboratorio de Bachiller al voto a las cuentas autonómicas. Seijas informa de que, incluso, se organizó un foro de la firma sin que nadie les hubiera informado.

Algunas fuentes del partido venían insistiendo estos días con la posibilidad de que la dirección estatal forzara una gestora en Balears, lo que ha sido totalmente descartado desde el grupo afín a Jarabo, que es el mayoritario. Ayer ocurrió algo que parece avalar que no habrá gestora ni se autorizarán cambios: Pablo Iglesias convocó para febrero la convocatoria de la asamblea estatal de Podemos que dará paso a la renovación de las direcciones autonómicas.

Podemos esperaba a la aprobación de los Presupuestos, después del debate de las enmiendas (que empieza la semana que viene) para promover la ‘relectura’ de los acuerdos de gobernabilidad de 2015. Jarabo se refería a esta negociación como «el blindaje de los pactos».

Un grupo de militantes del partido lanzó hace unas semanas un manifiesto en que reclamaban volver a los orígenes de la formación. Jarabo desvincula este documento de la crisis y asegura que él mismo comparte alguna de las propuestas. Mientras se decide formalmente cómo proceder a la sustitución de Huertas, ésta sigue presidiendo la Cámara. Mañana hay pleno.

Los otros partidos se preparan para los cambios en la Mesa

Los partidos asumen que el cambio en la Mesa es inminente y que Huertas no puede seguir en la presidencia de la Cámara después de su expulsión. El socialista Vicenç Thomás, vicepresidente primero y que esperaba ocupar la presidencia de no haber sido para Podemos, aseguró ayer que están a la espera de que la formación morada comunique oficialmente que Huertas ha dejado de pertenecer al grupo para poner en marcha el proceso. No quiso aclarar si el PSIB reclamará la presidencia.

AL MARGEN

Un correo electrónico en el partido de la red ‘Telegram’

Las tres propuestas de expulsión se remitieron mediante correo electrónico ayer por la mañana. La comisión que ha decidido está formada por tres personas (Joan Canyelles, Maria Victoria Naduda e Inmaculada García), y ha resuelto bastante antes del plazo con el que contaba, un máximo de dos meses. La resolución da por bueno el planteamiento inicial y se sigue remitiendo a las conversaciones a través de la red Telegram.