La presidenta balear, Francina Armengol, y el conseller Biel Barceló, ayer, durante la sesión plenaria en el Parlament balear. Foto: JAUME MOREY

La propuesta del borrador de la ley para regular el alquiler vacacional saldrá «en los próximos días a debate público» con el fin de que se puedan hacer todas las aportaciones posibles y poder tener aprobada la normativa en el primer semestre de 2017.

El vicepresidente y conseller de Innovació, Investigació i Turisme, Biel Barceló, respondió ayer en el pleno del Parlament a una pregunta sobre el alquiler vacacional en edificios plurifamiliares del diputado del PP Álvaro Gijón.

Barceló aseguró que la futura ley no puede resolver todos los problemas, ya que incluye cuestiones urbanísticas, en las que los consells insulars y los ayuntamientos tendrán implicación porque conocen las necesidades de sus jurisdicciones en materia de vivienda y turismo.

El vicepresidente señaló que el Govern está «absolutamente de acuerdo con que el derecho a la vivienda es prioritaria» frente al alquiler vacacional en plurifamiliares en lugares donde hay exclusión al derecho a la vivienda, como Ibiza, Formentera y zonas el centro de Palma.

Gijón se refirió a las palabras del líder de Podemos, Alberto Jarabo, sobre la necesidad de prohibir el alquiler vacacional en edificios plurifamiliares, criticó la escasez de viviendas de alquiler y el aumento de sus precios, así como retraso en la ley para regular el alquiler vacacional. «Entendemos que la solución no es fácil, como ya les avisamos, pero a día de hoy seguimos sin el cacareado cambio de modelo turístico, sin el cambio de modelo productivo, ni hemos resuelto los problemas en las zonas turísticas maduras ni el del alquiler vacacional. Solo hablan del turismo para hablar mal y decir que sobran turistas», apuntó el diputado del Partido Popular.

«Todo este cataclismo que usted describe es por su ley», señaló el conseller Barceló, quien añadió que el Govern «sí afrontará esta situación y pensamos que el alquiler turístico se ha de regular. Con la ley actual tenemos el absurdo de que un piso en primera línea de mar en sa Ràpita o en la Colònia de Sant Jordi no puede ser turístico y, en cambio, una casita en una zona protegida de la Serra de Tramuntana sí que puede ser turístico».