Nacido en el barrio de la Marina de Vila en 1908, Aquilí Tur Oliver mostró desde joven una extraordinaria facilidad para el dominio de las lenguas.

Su amor por las letras le llevó hasta Barcelona para estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, donde fue el único alumno ibicenco del filólogo Pompeu Fabra, padre de la normativa moderna catalana.

El conocimiento que adquirió Tur de la lengua catalana hizo que Isidor Macabich le pidiera que corrigiera su libro Dialectals: poesies eivissenques, una serie de poemas escritos sin atender ninguna norma ortográfica que únicamente intentaba reproducir la fonética ibicenca y que fue editado en el año 1933.

La amistad entre Tur y Macabich se estrechó durante esos años y el canónigo archivero mostró su lealtad hacia este joven extraordinariamente dotado para las lenguas, a pesar de que la distancia ideológica entre ambos llegó a ser abismal antes de que estallara la Guerra Civil.

Sin embargo, durante su juventud, Aquilí Tur fue católico militante hasta el punto que presidió la Congregación Mariana de jóvenes durante un tiempo que aprovechó para impartir conferencias espirituales en muchos pueblos de Ibiza. Fue durante su estancia en Barcelona cuando experimentó un cambio ideológico radical que le hizo convertirse al marxismo político y que, una vez de vuelta a la isla, mantuviera una fuerte polémica periodística con Macabich y el también sacerdote AntoniCosta Bonet.

En agosto de 1936 formó parte de la redacción provisional del Diario de Ibiza, confiscado por el Frente Popular por orden del capitán republicano Alberto Bayo, que desembarcó en las Pitiusas desde Barcelona. Un mes después, Aquilí Tur fue encarcelado y, tras una larga temporada en la prisión, se trasladó nuevamente a la Ciudad Condal donde impartió clases en una academia.

Finalmente, en 1949 decidió emigrar a Argentina donde se estableció en la provincia de Sant Fe yç se dedicó a dar clases de filosofía y lengua castellana y colaboró con algunos periódicos.

A pesar de la distancia, Aquilí Tur, que murió en Argentina en 1981, mantuvo correspondencia con el poeta Marià Villangómez, quien se encargó de mantener vivo el recuerdo de su amigo en el exilio en Ibiza, dando cuenta de sus estudios y publicaciones en artículos publicados en revistas ibicencas.

Calle Aguilí Tur Oliver

La traducción que le salvó de un consejo militar de guerra

Cuando Aquilí Tur fue apresado por militares del bando nacional al inicio de la Guerra Civil fue condenado a muerte. Encarcelado durante una larga temporada en la prisión mallorquina de Can Mir, las gestiones de su familia permitieron que fuera indultado de la pena de muerte y fuera trasladado a es Campament, el campo de concentración de Formentera.

Una vez liberado, fue desterrado de Ibiza y decidió volver a Formentera donde protagonizó un episodio por el que fue sometido a un consejo de guerra. Según cuenta Felip Cirer, detuvieron a Tur por decir en un café del pueblo ‘Me’n fot des militars’.

El juez militar pidió a Isidor Macabich y Marià Villangómez que tradujeran la frase al castellano para valorar su gravedad. La amistad con ambos, a pesar de las diferencias que tuvo con Macabich, propició que la traducción fuera ‘me son indiferentes los militares’, lo que permitió que Tur acabara siendo absuelto.