«Trabajar mucho y comer poco». Ese es el secreto, según Agnès Planells Torres para llegar a los 100 años. Lo decía ayer, en el día de su cumpleaños rodeada de sus hijas y demás familiares que se echaron a reir al escucharla. «Pero ahora como más», justificaba después entre risas.

Una alegre Agnès Planells atendía a los medios, contenta de haber llegado a esta edad con absoluta autonomía. «Si no fuera así preferiría irme», decía sincera. Sin embargo, ella se viste cada mañana, camina, e incluso se hace el desayuno. «Solo la ayudamos a ducharse», concretaba su hija Catalina.

Agnès nació un 25 de enero de 1917, en Sant Rafel, en el seno de una familia de 14 hermanos, 10 hombres y 4 mujeres. Y aunque fue a la escuela de Sant Rafel y todavía comparte anécdotas de aquella etapa, toda su vida trabajó en el campo. «Cortaba las higueras, cogía los higos, labraba y sembraba con la ayuda de dos mulas e hizo el trabajo de los hombres cuando estos se marcharon a la guerra», explicaba una de sus hijas. Se casó con Joan Boned Riera y se fueron a vivir a Can Boned. Tuvieron tres hijos y ahora Agnès tiene cuatro nietos y 3 bisnietos. Uno de ellos, Josep, amenizó la celebración tocando Cumpleaños feliz a la flaüta.

Esta vecina de Sant Rafel, de familia de longevos según aseguraron sus hijas, goza de una salud de hierro en su centenario y muestra de ello es que apenas toma ninguna medicación y entre sus platos preferidos se encuentra la salsa de Nadal. También le gusta tomar sobrasada tostada con un vaso de vino, para sorpresa de los que no hemos llegado a los cien.

Hasta el domicilio familiar de Can Rich se han desplazado los concejales Neus Marí y Juan Costa, del Ayuntamiento de Sant Antoni, para felicitarla y entregarle, como es tradición, un anillo de orfebrería ibicenca.