El juicio se celebró ayer en el juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza. Foto: DANIEL ESPINOSA

Visto para sentencia el juicio contra un hombre que se enfrenta a una petición fiscal de un año y medio de cárcel por un delito de robo con fuerza tras forzar un almacén de Sant Josep de donde se llevó dos máquinas caseras de triturar carnes y varias piezas de sobrasadas, butifarras y quesos.

Los hechos juzgados ayer en el juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza se remontan al 31 de octubre de 2015. El acusado, I.C.C., reconoció haberse llevado las dos máquinas y el embutido, pero mantiene que no forzó la puerta del almacén localizado en el camí des Vergell, en Sant Josep.

Cazado en Sant Jordi

La víctima, José Ramis, denunció el robo y días después localizó al acusado siguiendo el rastro de las máquinas, que encontró a la venta en el mercadillo de Sant Jordi.

«Estaba con mi sobrino y vimos una de las máquinas en uno de los puestos. Le preguntamos de dónde la había sacado y nos apuntó que se la había comprado a otro vendedor que estaba en el mercadillo. Avisamos a la Guardia Civil y le detuvieron», recordó ayer la víctima del robo.

Ramis hizo hincapié en que para cometer el robo, rompieron todo el hormigón y la puerta. Las máquinas fueron recuperadas, pero los embutidos no. «Las sobrasadas, butifarras y quesos ya los doy por perdidos», señaló el vecino de Sant Josep, quien reclama los 223,85 euros que le costó reparar la puerta y los daños causados.

El Ministerio Fiscal solicita un año y seis meses de cárcel por un delito de robo con fuerza. La fiscal subrayó que, aunque la cuantía del material robado no supere los 400 euros, sí estamos ante un delito de robo porque «se forzó y se causaron daños en el almacén».

La defensa pidió la absolución o la calificación del delito como hurto.

La jueza Clara Ramírez de Arellano dejó el caso visto para sentencia.