Una imagen de la degustación des ‘gerret’. | DANIEL ESPINOSA

Dos actividades muy sugerentes fueron las que ofreció ayer Sant Antoni tanto a sus vecinos como a los visitantes. Por un lado, la carpa municipal instalada en el passeig de ses Fonts acogió un mercadillo de segunda mano entre las 10.00 y las 20.00 horas. Fue la segunda edición de este evento que cada vez cobra más popularidad tanto para las personas que acuden a montar sus puestos con los enseres que quieren vender, como quienes se acercan a echar un ojo a ver qué les puede interesar. Multitud de productos como ropa, libros, disfraces, maletas, decoración, bisutería, tecnología, menaje, etc. fueron los protagonistas en los 37 puestos que se instalaron. «Acumulamos y acumulamos ropa y trastos en casa y estos mercados vienen muy bien para liberar los armarios y sacar un poco de dinero y a los interesados por comprar artículos a muy buen precio», confesaba una de las personas que despachaba en los puestos.

Y a la salida de la carpa, pero dentro del recinto y solo por la mañana; En el marco de la Fira des Gerret, la Cofradía de Sant Antoni ofreció la degustación de este tradicional pescado. Escabechado, con salsa de tomate, frito pequeño o grande. Todo ello «con el objetivo de que la gente que lo conocía vuelva a comerlo y de que los más jóvenes lo conozcan, porque cuando lo prueban les encanta», explicaba José Castelló mientras servía las raciones gratuitas a los numerosos interesados.