Reventaron una ventana de una casa de Sant Joan, amordazaron y maniataron a una mujer que estaba en su interior y huyeron del escenario del robo con un botín que superaba los 21.000 euros, 5.000 euros en efectivo y un reloj Rolex valorado en 16.000 euros, además de varios décimos de lotería.

Son parte de los hechos que le imputan a un joven que fue juzgado ayer por la sala de lo Penal número 1 de Ibiza, acusado de un delito de robo con violencia.

El Ministerio Fiscal solicita una pena de 4 años de cárcel para Khalib A., quien compareció por videoconferencia desde la prisión de Zuera (Zaragoza), donde cumple condena por otros hechos delictivos.

Los hechos juzgados se remontan al 3 de octubre de 2011. Ayer se juzgó al único detenido por este asalto con violencia en el que habrían participado tres individuos. En el momento del robo en la vivienda sólo se encontraba la empleada del hogar.

Los hombres accedieron al interior de la vivienda forzando una de las persianas de la habitación principal, localizada en el segundo piso de la casa de campo en el término de Sant Joan.

Durante su declaración, la mujer indicó que en el asalto participaron tres hombres. Una vez dentro, los asaltantes utilizaron unas bridas para atar a la mujer de pies y manos. Una vez inmovilizada la mujer, los hombres empezaron a buscar objetos de valor por toda la casa.

Atada con bridas

La mujer que estaba en el interior de la casa en el momento del robo relató que los hombres hablaban entre ellos en un idioma que no era español ni inglés y que uno de ellos le dijo: «No te voy a matar. Sólo tienes que estar callada». El mismo hombre también le preguntó dónde estaba la caja fuerte, si habían niños en la casa y de quién era un coche rojo que había en el exterior.

Los asaltantes huyeron del lugar en motos, pero uno de ellos se dejó una gorra. Los restos biológicos encontrados en la gorra, fueron clave para identificar, localizar y detener al único acusado, quien ayer negó los hechos y dijo que la moto y la gorra localizada se la había dejado con anterioridad a otros hombres.

La jueza Clara Ramírez de Arellano dejó el caso visto para sentencia.