El acto institucional por el Dia de les llles Balears regresó a su lugar de origen, el Hipódromo de Sant Rafel, tras una descafeinada edición, la de 2016, en el auditorio de Cas Serres. Aunque luce cascadete desde hace años, el recinto rafeler sigue siendo un punto de encuentro para la ‘pagesia’ local, y hasta allí fueron más de medio centenar de autoridades y representantes institucionales. Los actos arrancaron a las 11 con un desfile de carros y ball pagès al que no asistió ningún miembro del equipo de gobierno del Consell d’Eivissa, circunstancia que aprovechó la oposición –que sí se citó en bloque– para ejercer su función y activar la voz de alarma sobre dicha ausencia en las redes sociales. Con las carre- ras de trotones ya iniciadas, comenzaron a llegar miembros del Ejecutivo como Miquel Vericad, Gonzalo Juan o Viviana de Sans. Aún así, la cita contó con ausencias destacadas como las de la vicepresidenta Marta Díaz, el conseller David Ribas (ambos en Palma por asuntos laborales), la consellera Lidya Jurado, por baja médica, o los diputados ‘populares’ José Vicente Marí y Miquel Jerez. No fue fácil disolver los corrillos que formaron políticos de uno y otro signo antes de acomodarse en los asientos dispuestos para el discurso de Vicent Torres. Cuando éste finalizó, el protocolo del Consell retiró las sillas en un abrir y cerrar de ojos para dar espacio a la banda Long Time No Swing, cuyos ritmos resultaron irresistibles para devotos del jazz como Vericad o De Sans.