Un buen aceite de oliva, una cabeza de ajos, unas hojas de laurel, sal, pimentón dulce, harina de freír pescado, pimienta en grano, perejil, un vinagre que sea fuerte y un kilo de gerret bien frescos.

«Con esos ingredientes ya tienes la base para hacer un buen escabeche al estilo tradicional y que te salga rico y sabroso», explicó María Sants, una vecina de Ibiza de mediana edad que se encontraba ayer en Santa Eulària disfrutando junto a su familia de un variado muestrario de tapas en las que el gerret era el gran protagonista en cada uno de esos platos.

«Hay quien al escabeche también le añade cebolla, zanahoria, vino blanco y un poco de zumo de limón, pero eso es al gusto de cada cual, porque recetas de escabeche te las puedes encontrar de mil formas distintas dependiendo del sitio que sea, aunque todas al final suelen ser muy parecidas», añadió, por su parte, Ángeles Roca, otra de las muchas personas que ayer recorrían la veintena de puestos que participaron en la III Fira des Gerret d’Eivissa, que acogió con gran éxito la localidad de Santa Eulària, poniéndole al mal tiempo su mejor cara y sin importar en absoluto que la lluvia afeara un poco una jornada festiva que se prolongó con actividades y actuaciones musicales hasta pasada la medianoche.

Una atractiva feria gastronómica en la que, además de exquisitos escabeches de gerret, cuyas recetas entraron en un concurso culinario que se adjudicó la propuesta de Carla Ruiz, de Ca n’Antonia, también se ofrecía a los numerosos visitantes la posibilidad de probar un sinfín de apetitosas recetas de toda clase, aunque todas ellas con el denominador común de poner en valor al suculento gerret.

En este sentido, Pere Valera, en representación de de Peix Nostrum y de las cofradías de pescadores de Sant Antoni y de Vila, en la que se integra también la de Santa Eulària, destacó que «nosotros lo tenemos claro y lo que queremos es apostar por poner en valor nuestro producto local, como es, en este caso, el gerret. Con esta feria lo que pretendemos es transmitirle a la gente la frescura del pescado que se captura en nuestras aguas, porque es un producto de la máxima calidad que va directamente del mar a la mesa».

Asimismo, como dato relevante a tener en cuenta, Valera apuntó que «desde las cofradías de pescadores hemos aportado más de 1.000 kilos de gerret fresco para la feria, pero a esa cantidad habría que sumar, por otra parte, todos los kilos que hayan empleado los distintos puestos de comida que participan en esta edición para elaborar sus platos».

De este modo, a través de un océano de embriagadores aromas y de suculentos sabores, se le abría a los visitantes un extenso y variado catálogo de propuestas culinarias con el gerret como ingrediente esencial. Así, a precios más que populares de 1,50 euros la bebida y 3 euros por dos tickets de comida, el abanico de posibilidades para degustar en los diferentes puestos abarcaba desde las propuestas más tradicionales como el gerret a la brasa, frito, en escabeche, en paella, en empanada o en cocas, hasta las más vanguardistas, como los saquitos crujientes rellenos de gerret, servido con arroz negro, acompañado de dulce piña o guisados con salsas exóticas.

Dolores Moral, maestra y residente en Ibiza, se mostró encantada con las mil y una posibilidades de presentar y servir el gerret, y detalló que «esta fiesta me parece fantástica y estupenda porque hay un ambiente precioso. Por ahora hemos probado el gerret en escabeche, asado y en paella, es decir, en tres de las variantes más tradicionales y que nos han gustado mucho».