En lucha por Ebanistería en Arts i Oficis

La decisión de suprimir este ciclo responde a un real decreto en el que, a nivel estatal, se extingue el actual plan de estudios de grado medio de técnico en Ebanistería Artística, el que se ofrece ahora, pasando a ser grado superior, con lo que se contempla la posibilidad de implantar el grado superior, pero desde la Conselleria d’Educació prescinden de esta oferta educativa argumentando la previsión de poco alumnado que finalizará el actual curso los estudios de Ebanistería. «Es verdad que tenemos sólo dos alumnos matriculados para hacer el proyecto y obtener el título, pero tenemos quince alumnos matriculados, siete en un curso y ocho en otro. Muchos alumnos al acabar el segundo año empiezan a trabajar en las empresas donde hacen las prácticas y no hacen el proyecto, pero hay materia prima», dijo Miguel Martínez, el director de la Escola.

Educació propone un ciclo de medio de grado medio que utilice el taller y los equipo de ebanistería ya existentes en el centro, pero esta propuesta no satisface. «Creemos que sería peor el remedio que la enfermedad porque si ofrecemos otro ciclo pero no hay empresas para enviar a los alumnos a hacer prácticas y no tienen salida profesional, no se arregla nada», añade. Santiago Descalzo, alumno de segundo de Ebanistería, asegura que «la modificación que plantea la Conselleria que es un módulo de tallas de madera es muy restrictivo y tiene muy pocas salidas para una isla como Ibiza, pero el modulo que tenemos ahora o el superior ofrece muchas más salidas. Sería como condenarnos a muerte». Muchos alumnos deciden no presentar el proyecto final de curso, el tercer año de los estudios, «porque encuentran trabajo y no ven la necesidad de presentarlo; no reflejan la realidad de la gente que ha pasado por aquí», explicó. Además, otra razón por la que no deciden hacer el proyecto final para la titulación es «por el coste elevado por parte del alumno que se ha de pagar todo el material y muchos por la crisis tienen dificultades. Las titulaciones no se piden por el mundo empresarial hay que mirar las cifras de los que acaban el segundo curso», apuntó Josep Panells, maestro de Ebanistería. Planells añade que «es un palo para nosotros, porque está muy arraigado en Ibiza y hay muchas empresas que nos dan apoyo para tener alumnos en prácticas». Además, cuentan con un convenio con un colegio francés al que envían alumnos. «Es una perdida para la sociedad ibicenca de toda esta experiencia y conocimientos y para el tejido empresarial de la isla que se dedica a la madera. Es un paso atrás».

La Amypa de la Escola d’Arts, con el apoyo de la FAPA, pide que se mantenga el ciclo de Ebanistería. «Tiene una gran salida laboral y no se puede privar a nuestros hijos de esa salida laboral. Apoyamos a la Escuela para que este grado siga con nosotros», dijo Rosa Masip, secretaria de la Amypa.

La comunidad educativa reclama que se replantee la decisión y se imparta el grado superior. La Escuela propone que el curso próximo se desarrolle el curriculum autonómico para que el siguiente curso se pueda empezar el curso superior. «Cambiará alguna asignatura. Son treinta horas semanales pero se mantendría igual o aumentaría uno mas», añadió el director de la Escola. «Los alumnos ampliarán conocimientos y tendrán una formación más completa. El grado superior de Ebanistería complementa el que tenemos de Forja», precisó.

La Asamblea de Docentes de la Escuela, el equipo directivo, padres y madres y alumnos del centro pidieron ayer su mantenimiento en un acto que hicieron en la escuela en la que exhibieron una pancarta «Si, grau superior ebenisteria», que portarán en la protesta de hoy con motivo de la huelga de educación.
La Escola cuenta también con el respaldo de la FAPA y de colectivos empresariales y profesionales, «tenemos el apoyo de los padres, la Pimeef, la Cambra de Comerç, el Colegio de Decoradores y todos piensan como nosotros; quieren que el ciclo continúe porque muchos alumnos han creado su propia empresa y han contribuido al desarrollo de su propia empresa», finalizó Miguel Martínez.