Imagen del estado actual los acantilados de sa Penya bajo la Casa Broner, uno de los lugares donde se centrarán las obras. Foto: MARCELO SASTRE

Una gran escollera de 1.080 toneladas de hormigón instalada en el agua protegerá en el futuro los acantilados de sa Penya de los efectos del oleaje y tratará de evitar el riesgo de desprendimiento en la zona.

Es solo una de las medidas contempladas por las obras de emergencia que el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Demarcació de Costes, llevará a cabo en los próximos meses para reparar los daños tanto en los acantilados como en la zona de la muralla tras los temporales de este último invierno, especialmente durante el mes de febrero.

Otras medidas

Además, casi tres mil metros de talud serán protegidos a través de una técnica conocida como ‘gunitado’ y que consiste en proyectar hormigón a alta presión con un cañón o manguera para conseguir un muro que pueda soportar la presión ejercida por el terreno. Esta superficie será protegida además con doble mallazo para sostener el terreno y evitar los desprendimientos.

Con este objetivo, los técnicos de la empresa Albaida Infraestructuras, encargada de llevar a cabo los trabajos, instalarán también tornillos de grandes dimensiones denominados bulones a través de la técnica de inyección repetitiva para reforzar la estructura de los acantilados.

Según señalaron desde el Ministerio de Medio Ambiente, se trata de una serie de medidas correctoras que pretenden «consolidar la cara del talud en las zonas con mayor riesgo de caídas» e «impedir que se generen o activen en profundidad nuevos procesos desestabilizadores».

Los trabajos de consolidación se centrarán en cuatro zonas más vulnerables: el acantilado situado bajo el mirador de Dalt Vila, el siguiente tramo en dirección a sa Penya, el acantilado bajo la Casa Broner y el que se encuentra bajo el resto de viviendas de la zona.

Las obras, que cuentan con un presupuesto de 2,3 millones de euros, tienen un plazo de ejecución de cuatro meses dependiendo de las condiciones meteorológicas, por lo que se desarrollarán en plena temporada turística.

LA NOTA

Un acceso a la playa de Baix sa Penya

Los vecinos y comerciantes del puerto de Vila proponen mantener el acceso que se prevé hacer desde la zona del muro hasta el acantilado de sa Penya para poder llevar a cabo las obras de emergencia por el riesgo de derrumbe en la zona. A través de su página de Facebook, la Asociación de Vecinos y Comerciantes del puerto argumentaron que, si este acceso se tiene que hacer por las obras, podría mantenerse una vez acabados los trabajos para que los ciudadanos de la isla y los turistas puedan acceder a la playa de Baix sa Penya. En la actualidad esta playa es inaccesible por tierra pero anti- guamente había una escalera por la que se podía acceder.