El Ayuntamiento de Sant Josep aprobó en la sesión plenaria de ayer la modificación de la ordenanza de ruidos, que obliga a todos los locales del municipio que tengan una actividad musical a que instalen limitadores de sonidos. La normativa, según explicó la primera teniente de alcalde, Paquita Ribas, hasta el momento solo obligaba a los locales de Platja d’en Bossa a tener limitadores de sonidos, pero con la nueva ordenanza se amplía a todos los locales del municipio. Según destacó Ribas, finalmente se acabó desestimando la alegación presentada por Pimeef. En este sentido, la patronal argumentó que la obligatoriedad los discrimina respecto a otros municipios y que esto perjudica a los establecimientos que no tienen música. El Ayuntamiento rechazó la alegación al entender que lo que se hace es «trasladar una medida que hace años se tomó para Platja d’en Bossa y que no afecta a los locales que no tengan una actividad complementaria con música».

Otro de los puntos que salió adelante es la aprobación del plan de acción de las TIC para modernizar el Ayuntamiento con una inversión aproximada de un millón de euros durante los próximos cuatro años. En total, se prevén 21 proyectos encaminados a hacer una «profunda transformación de la manera de funcionar del Consistorio». Este plan busca, según explicaron, hacer que la organización de la administración sea cada vez más ágil, transparente y eficiente. Otro de los puntos que se abordó en la sesión plenaria es la aprobación inicial del expediente de revisión de los caminos municipales ya que hace 20 años que no se actualizan los caminos. También se aprobó la creación del Consell Social del municipio, un foro de participación ciudadana con representación de todo el tejido asociativo para implicar a la ciudadanía en la gestión pública, según explicaron.