Alrededor de medio centenar de personas dedicaron ayer voluntariamente su tiempo y sus esfuerzos para dar de manera conjunta una amplia batida de limpieza a toda la playa de Cala Llonga y a sus zonas aledañas con el objetivo de retirar toda clase de residuos, chatarra y basuras de sus parajes naturales. Hasta un total de más de 4.500 kilos de desperdicios, fiel imagen de la incívica actitud de muchos despreocupados que viven o pasan por la isla, llegaron a recogerse durante la mañana de faena en Cala Llonga. Ante el inminente inicio de la temporada turística, la Asociación de Vecinos de Cala Llonga en colaboración con el grupo de voluntariado GEA, impulsó esta nueva jornada de limpieza que sirvió como pistoletazo de salida para el calendario de actividades que desarrolla la asociación vecinal y como evento de convivencia para todas las personas que quisieron ayudar aportando su granito de arena en la acción de limpieza y saneamiento del medio ambiente del popular núcleo costero de Santa Eulària. En este sentido, Beryl Jones, secretaria de la AA.VV. de Cala Llonga, explicó que «este año hemos notado que hay menos basura esparcida por la playa porque el pasado año ya hicimos por toda la zona una limpieza a fondo, pero siempre hay cosas que recoger. Con esta jornada de limpieza y de convivencia lo que queremos también es hacer hincapié en la necesidad de que la gente se conciencie en la tarea de preservar y conservar nuestro medio ambiente en las mejores condiciones. Todos debemos colaborar ensuciando lo menos posible la naturaleza».Por su parte, Abel Offerrall, del grupo de voluntariado GEA, indicó que «nosotros empezamos hace ya siete años con esta jornada de limpieza y la verdad es que nos gustaría que el ejemplo que dan los vecinos de Cala Llonga, que adoptaron esta iniciativa como propia, cundiese de la misma manera entre las asociaciones vecinales de otras zonas de la isla. Parece que está más limpio gracias al Ayuntamiento de Santa Eulària, pero hemos llegado a sacar del mar cosas increíbles, como un chasis entero de un todoterreno o restos de coches barcos y motos esparcidos por casi todo el campo». La jornada de limpieza, que comenzó a las diez de la mañana y se extendió hasta pasado el mediodía, finalizó con el premio de una gran torrada para provecho de todos los voluntarios y participantes en las labores de limpieza.