Esta tarde, a partir de las 19.30 horas y en la Sala de Exposiciones Can Jeroni de Sant Josep, el artista Renato Steinmeyer presenta sus nuevas creaciones bajo el título Reflexiones. Un conjunto de obras que, según el autor, «marcan un equilibrio entre los colores más cálidos y aquellos casi glaciares, sin dejar de lado sus características insinuaciones tipográficas, que a veces hay que buscarlas». Algo que para Steinmeyer «concede una delicada connotación al minimalismo casi monocromático presente en algunas de las obras».

Sin embargo, no ocurre lo mismo con las diez piezas que albergará la rampa que une los dos espacios de la sala. Son cuadros de pequeño formato, con destacada policromía, «que no por ello rompe la insinuación minimalista de la presentación actual». Al revés, «crea la unión perfecta entre los dos niveles: el inferior y el superior, el cálido y el frío, el figurativo y el abstracto», en palabras del artista.

Asistimos al proceso de montaje de la exposición de Steinmeyer en Can Jeroni. «Me gusta mucho esta sala de exposiciones Can Jeroni porque es como un pequeño museo», comenta el autor mientras se concentra en los detalles de la ubicación de sus más de 30 piezas. Curiosamente, y durante el proceso, ha decidido respetar los pequeños bichitos e insectos que habitan las paredes de la sala y que pertenecen a una muestra anterior. Allí los dejó su autor. Y tal es el empeño que en uno de los casos, al unir un díptico, uno de esos animalitos parece que se va a quedar atrapado entre obra y pared. Y resuelve fácilmente Steinmeyer: «Separaremos el díptico para que se pueda visualizar en medio de las dos obras el simpático dibujo». Porque así es el artista, un amante de los mínimos detalles, de lo imperceptible de lo que insinúa pero no dice claramente, de lo que podría pasar desapercibido, pero para él no lo hace. Una vez finalizado el proceso muestra su alegría: «Más o menos sabía cómo organizaría los cuadros en el espacio».

Y al prever cómo recibirá el público sus creaciones a Steinmeyer solo le interesa que los visitantes de Can Jeroni se embriaguen de su obra, la sientan e impregnen de las sensaciones de observar su arte. Pretende que se traten de obviar las cuestiones clásicas o los detalles de interés común sobre sus cuadros. «Olvídate de todos los parámetros periodísticos de interés y disfruta de las obras. No apuntes nada. Mira, estos son azules, aunque parte del cuadro es negro, pero no es negro, sino que es una aglutinación de color que oscurece esta parte de la obra. Luego mira aquí, hay rojos que son casi naranjas», trata de transmitir el autor a su entrevistadora y compañera de profesión.