La consellera Tur (en la imagen, saludando al coportavoz de Més, David Abril, se estrenó ayer en el Parlament. Foto: TERESA AYUGA

El Partido Popular (PP) y Podemos, aunque con estrategias diferentes, incrementaron ayer su presión sobre el vicepresidente del Govern y conseller de Turisme, Biel Barceló. Los ‘populares’ aprovecharon prácticamente todas las preguntas que llevaban al pleno, para reprocharle que «siga sentado aquí», en referencia a los escaños del Ejecutivo, y lanzaron una batería de críticas en la que mezclaron hechos probados con sospechas.

De las 14 preguntas al Govern que se formularon en la sesión plenaria, seis aludían directamente a la crisis suscitada por el encargo, desde tres consellerías gestionadas por Més, a consultorías del exjefe de la campaña de 2015, Jaume Garau.

La nueva consellera de Cultura, Participació i Esports, Fanny Tur (que sustituye a Ruth Mateu aunque sin las competencias sobre Transparència), dijo en respuesta a una pregunta del PP que ella no firmó el informe contratado sobre el público que asiste a los conciertos de la Orquestra Sinfónica y que no sabe si lo hubiera firmado. Según el diputado del PP Juan Manuel Lafuente, «un niño de diez años podría haberlo redactado».

Podemos no llevaba al pleno ninguna pregunta sobre el caso, pero su portavoz, Laura Camargo, respondió a preguntas de los medios.

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Camargo dijo que la dimisión Ruth Mateu es «insuficiente» y que hay que asumir responsabilidades políticas «al más alto nivel» para poder cerrar de crisis que vive el Govern.

«Esperamos que Més haga algo más, porque la crisis se ha cerrado en falso», indicó después de que el vicepresidente justificara ante el PP los contratos de su departamento y recordara que hoy dará más explicaciones a la Cámara. Del informe provisional elaborado por Intervención (ahora en fase de alegaciones) se desprende «indicios de fraccionamiento indebido» en dos contratos del áreas de cultura, concretamente de el de la Orquestra y el del Illenc.

Més no acude unido a la comparecencia de Barceló y a la de Vidal. Este diario conversó ayer con representantes de Més, tanto del PSM como de Iniciativaverds, y constató dos visiones claramente diferenciadas. De un lado se cuestiona la estrategia defensiva inicial, como si hubieran sido agredidos. Este punto de vista ya fue enunciado la semana pasada en las diferentes reuniones. Hay un sector de Més es que insiste claramente en que fue engañado por su exjefe de campaña. Jaume Garau reconoció el pasado 30 de marzo a este periódico que se había presentado con empresas diferentes a algunas convocatorias. «Es legal», dijo entonces.