Los operarios retiran la valla que separa ambas zonas. | Amàlia Sebastián

Una cuadrilla de cuatro obreros fueron los artífices de poner en práctica el acuerdo a tres bandas alcanzado entre Autoritat Portuària de Balears (APB), Ayuntamiento de Eivissa y la empresa Servicios Marítimos Port d’Eivisa, S.L. que permitió que ayer cayera la barrera que separaba Marina Ibiza con el paseo Joan Carles I de Vila.

A media mañana, los obreros empezaron a quitar a pulso las vallas que cercaban el puerto deportivo con la ayuda de una radial, de manera que, en pocos minutos, las personas que paseaban por delante pudieron disfrutar de la vista de Dalt Vila tras los mástiles de los veleros sin ningún tipo de impedimento físico.

Las primeras impresiones de los ciudadanos que paseaban ayer por la zona eran de «alegría» por ver caer una barrera histórica de la ciudad. José Ramón Armada, residente en Madrid pero habitual en la isla gracias a su mujer ibicenca, calificó la eliminación de las vallas de «un paso más para la integración entre el paseo y el puerto». Sin embargo, apuntó la necesidad de llevar a cabo algunas mejoras más para embellecer toda la acera que recorre las diferentes zonas del puerto de Ibiza hasta llegar a la ciudad como la plantación de árboles que proporcionen sombra durante el trayecto a pie. «La parte de aquí a Ibiza es un erial, está totalmente árido y es muy desagradable», criticó.

Juan Ramón, un residente en Ibiza que corría por el paseo, también se congratulaba de la retirada de las vallas. «Esta barrera era antinatural porque no protegía ni del viento ni de nada. Vengo a correr por aquí de vez en cuando y da mucha alegría», añadió. Lo mismo que dijeron Mari y Julio, unos hermanos ibicencos que apuntaron también la necesidad de que terminen las obras de renovación del saneamiento en la zona que han abierto una larga zanja a lo largo de todo el paseo.

La eliminación de las vallas de Marina Ibiza es la segunda actuación de este tipo que realiza APB en la ciudad tras la retirada del vallado que separaba el puerto de Vila de la avenida de Santa Eulària en febrero de 2016.