Sánchez dirigiéndose a los militantes socialistas ayer en Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

Pedro Sánchez arrancó ayer en Ibiza su campaña de recogida de avales y aspirar a liderar, de nuevo, el PSOE. El precandidato a la secretaría general de los socialistas llenó el auditorio de Cas Serres en un mitin que finalizó con los presentes en pie y cantando La Internacional con el puño en alto.
Los 20 minutos de retraso a la hora de empezar el acto no desanimaron a una audiencia entregada a Pedro Sánchez –¡Pedro, Pedro, Pedro!, coreaba la militancia–, que fue recibido en Cas Serres al ritmo de la canción ‘Color esperanza’ de Diego Torres.
En su discurso, Sánchez prometió que si volvía a ser el secretario general de los socialistas españoles daría la voz a los afiliados para que pudieran decidir los pactos postelectorales «para que no vuelva a ocurrir lo de octubre». Sánchez hizo un llamamiento a la unidad del partido y aseguró que el día después de la celebración de las primarias, si pierde, «todos estaremos al detrás del secretario general y al lado de nuestros alcaldes para derrotar a la derecha».
El precandidato a la secretaría general del PSOE señaló que para volver a batallar el gobierno al Partido Popular, «tenemos que volver a ser el partido referencia de la gente joven». Sánchez también criticó veladamente a Susana Díaz, a quien apoyan líderes socialistas de antaño como Felipe González o Rodríguez Zapatero: «El pasado ya lo conquistamos, ahora hay que conquistar el futuro».
El aspirante a liderar el PSOE, que se sentó en primera fila entre la diputada Sofía Hernanz y el secretario general de la FSE, Vicent Torres, no escatimó esfuerzos en criticar las políticas del gobierno de Mariano Rajoy y, entre otras promesas, apostó por un estado laico en el que la Iglesia pague el IBI de sus inmuebles, la religión deje de ser una asignatura obligatoria y la revisión de los acuerdos con la Santa Sede.
Antes de que Sánchez subiera al escenario, la primera en tomar la palabra fue la secretaria de organización del PSOE de Sant Josep, Pilar Ribas, quien señaló sentirse «traicionada» después del Comité Federal del PSOE del 1 de octubre en el que se decidió que el partido se abstendría en la investidura de Rajoy.
Tras ella, subió al estrado el socialista portmanyí Antonio Lorenzo, «ilusionado» con la candidatura de Pedro Sánchez, a quien le precedió Sofía Hernanz, una de los quince parlamentarios socialistas que votaron ‘no’ en la investidura de Rajoy. «Cuando dije ‘no’ estaba convencida de que era el final de muchas cosas y de que el proyecto socialista se había pulverizado. Mi voto no fue suficiente, nos ganaron. Seis meses después, mi voto y el vuestro va a ser fundamental para que el 21 de mayo digamos ‘no’ al PP y sí al progreso, al futuro y al PSOE», señaló Hernanz al pedir el aval y el voto a Pedro Sánchez.