El concierto contó con la presencia de más de una veintena de embarazadas. Foto: DANIEL ESPINOSA

Más de una veintena de mujeres embarazadas asistieron ayer al concierto de violonchelo en el centro de salud de Es Viver organizado por la comadrona Ana Amor y con el apoyo de su compañera María Paz Pérez. Las matronas recalcaron ayer los beneficios de la música para los bebés intrauterinos. «A partir de la semana 20 el oído está muy desarrollado, está claro que se perciben tonos y vibración. La música se utiliza para mucho tipo de terapias, sobretodo de comunicación. La música llega a las emociones, a la comunicación y a los sentimientos y eso es muy bueno para las personas», explicó Pérez. Además de las gestantes, al grupo se sumaron algunos niños como los bebés que ya han nacido y que sus madres estaban en el curso de preparación al parto. Amor espera que con este tipo de iniciativas «se de un poco de luz en esta sociedad a que se tenga un poco más en cuenta la estabilidad emocional de estos seres que están sintiendo las hormonas del estrés de la madre que pasan por vía placentaria y tiene impacto para la salud de las mujeres y de estos niños».

El concierto de violonchelo fue interpretado por la artista Susanna Rozsa, que estuvo acompañada por una de sus alumnas, Berta Antich Amor, de ocho años. «Es una experiencia muy especial para mí porque nunca he hecho un concierto para bebés en el útero. Espero que llegue la vibración a los bebés», dijo Rozsa, una violonchelista húngara que viene de una familia de músicos.