«He hecho doblete», dijo Sandra que pasó la mañana del viernes en Can Misses. Primero con la anestesista Anais López para informarse sobre la epidural, después al Paritorio y finalmente a Maternidad. «Ha sido muy interesante. Queríamos ver la bañera. Me relaja mucho el agua. Está muy bien que puedas dilatar en el agua», cuenta Sandra de la visita. La mujer, que está en la recta final de su embarazo, va acompañada por Dani, su pareja. Sandra es una de las 3.600 mujeres que han pasado por las consultas grupales y las visitas guiadas, organizada la primera por el servicio de Anestesia y la segunda por Ginecología y Obstetricia del Área de Salud, en los últimos años con el objetivo de aumentar la información sobre técnicas como la anestesia epidural y tratar de reducir el estrés de la embarazadas familiarizándolas con las instalaciones.

En 2012 empezaron a realizarse estas visitas por Maternidad y un año después comenzaron las de Anestesia que inicialmente se realizaban diferentes días de la semana pero ahora se han unificado al viernes. Después de la charla con la anestesista, Sandra acude al encuentro con la matrona Pilar Boto, supervisora de Paritorio, aunque no todas las embarazadas coinciden en las dos visitas. La cita es a las doce. Pilar Boto le muestra al grupo una de las salas del Paritorio habilitada para llevar el parto de la mejor manera posible. «Es un poco oscura porque trabajamos con luces tenues que favorecen un montón la dilatación», explica. Can Misses cuenta con cinco salas de dilatación, una de ellas con bañera que fue la que visitaron el grupo de 12 mujeres de las que ocho iban con su pareja. «Estaréis solas con vuestra pareja. Fomentamos el parto natural y humanizado. Somos vuestras vigilantes. No hacemos nada hasta que sea necesario», les cuenta.

Cuando llega el momento del parto explica que «lo más difícil es aguantar el dolor», y cuenta cómo ayuda la bañera, que se utiliza sólo para la dilatación. «El agua caliente es un analgésico muy potente. La idea es estar en la bañera todo el tiempo que sea necesario». Pilar les explica que las matronas se han formado para que el parto sea en vertical. En la sala hay unas lianas y una pelota que actúa como analgésica. Pilar pone un ejemplo para entender la importancia del masajeo de la pelvis y cómo ayuda la pelota y la liana para facilitar la salida del niño. «El bebé se engancha a la pelvis como el corcho en una botella. La pelvis se ha de mover», explica.

La sala en la que Pilar realiza la explicación tiene una temperatura muy alta. Hace calor y más de uno se queja pero hay una razón: «Te mueres de calor pero para el bebé es necesario. A los chicos os aconsejo que vayáis con ropa ligera», dice. Hay un momento cuando nace el bebé que recomienda a los padres que no se pierdan lo que denominan piel con piel. «Los padres se lo pierden porque están con el móvil o grabando. Cuando el bebé nace al extraerlo le duele y hace frío. En ese momento nos quedamos en silencio, se tapa con un manta y se le da a la madre. El bebé está desorientado pero en el momento que la madre le habla o le canta reconoce su voz y la mira. Es un momento muy bonito y os pido que lo aprovechéis», aconseja.

La sala de bajo riesgo acondicionada con la bañera está indicada para embarazadas sin complicaciones previstas. Una de las mujeres pregunta si estará libre la sala cuando llegue el momento. «Sí, porque hay pocas mujeres que consiguen hacer el parto natural». Mientras tanto, Pilar sigue mostrando otras opciones como la silla de parto, en la que la mujer se sienta como si estuviera en el inodoro. Tiene a su pareja detrás y a la matrona junto a ella. «Es una buena opción».

Óxido nitroso

En la sala están solas o con su pareja, no hay personal de Can Misses, pero estarán controlados. A la mujer se le coloca un dispositivo inalámbrico para hacer un control. Pilar les explica que «se respeta la intimidad de la pareja. Que estéis solos y que nadie os moleste. Queremos que vengáis a parir con tranquilidad, con confianza y sin miedo».

La supervisora de Paritorio va mostrando otras técnicas para hacer frente al dolor como es el óxido nitroso o «gas de la risa», que se inhala cuando crecen las contracciones, pero la demanda de este gas se ha disparado y sólo hay dos empresas en España que lo suministren. «Es posible que vengáis y no haya. Estamos muy molestos pero no dan abasto en la producción. Si tenéis suerte lo tendréis pero hay hasta los próximos días». A Julie, que se colgó de las lianas para comprobar el efecto, espera que haya gas «para cuando vaya a parir».

También informa de la opción de la donación del cordón umbilical, que «es altruista». Algunas como Mar están muy interesadas en conservar el cordón para su niño. «Coméntaselo a la matrona de tu centro de salud», le dice Pilar. En esta sala incluso se puede suministrar la epidural si la mujer lo desea. «Aunque estés con dilatación completa puedes tardar unas cuatro horas en parir, pídela si quieres».

Pilar insiste en la necesidad de que se disponga de información. «Hay que preguntar. Es vuestro proceso y sois las protagonistas». También menciona otras situaciones en las que «a veces el bebé necesita ayuda y nos lo tenemos que llevar». La visita va acabando y la supervisora da uno de sus últimos consejos: «Hay que venir abiertos. Puede pasar de todo y aguantad en casa el mayor tiempo posible».

La visita a Can Misses acaba en Maternidad en la que Raquel Vázquez, supervisora de Maternidad y enfermera, les explica algunas cuestiones básicas de su estancia en Can Misses durante el parto, como la canastilla, el tiempo de estancia o trámites burocráticos como las citaciones y bajas. «Si todo va bien estaréis 48 horas o y tres o cuatro días, si hay cesárea». Después de las explicaciones acaba la visita y ahora ya solo queda esperar el momento del parto.

LA NOTA

«Resolvemos dudas sobre la epidural en la consulta»

La consulta con la anestesista Anais López permite que las mujeres en el último trimestre firmen con adelanto el consentimiento informado sobre si quieren la epidural en el parto. Entre las dudas que plantean está «si hace daño al niño, si duele la técnica en sí, las complicaciones que puedan tener, cuándo hay que ponerla o si se puede si tienen tatuajes, explicamos de qué va y resolvemos las dudas», dice. A López le gusta aclarar cómo es la tecnica «para quitar los mitos que hay, ahora es cuando hay que hacerlo; no todos los hospitales lo hacen así sino en el momento del parto, pero me parece muy positivo que se haga en estas consultas».