Pere Tur i Palau, nacido en Ibiza en el año 1851, vivió toda la vida en la conocida como casa Tur de Montis que está ubicada el número 5 de la calle de Dalt Vila y que, desde el año 2015, lleva su nombre. Él fue uno de los adinerados burgueses que formaban parte de la cerrada alta sociedad y que vivían en la parte más alta de la ciudad donde se reunían en el casino de Can Botino, escenario de representaciones teatrales exclusivas para las clases pudientes de la ciudad.

Hijo del abogado y político Joan Tur i Llaneres d’Espanyol y de Francesca Palau, estuvo casado con Pilar Wallis i Llobet con quien no tuvo descendencia. Tur i Palau fue cadete guardiamarina de la armada por gracia de Isabel II y abogado y asesor jurídico de la Comandancia de Marina de Ibiza pero su faceta más destacada fue la de político.

Líder del Partido Conservador, en abril de 1899 fue elegido diputado a Cortes en representación de las Pitiusas sin oposición, en unas elecciones parciales para cubrir la vacante tras la muerte de Manuel Salas, presidente de la Salinera.

Los episodios más intensos de su vida en la política fueron sus enfrentamientos con el líder de los liberales Carles Roman Calbet. En las elecciones de 1901, Pere Tur se midió con Roman y el resultado fue una votación muy igualada tras la cual ambos se acusaron mutuamente de trampas electorales.

Ambos elevaron recursos a la comisión de actas del Congreso de Diputados que concedió la victoria en primera instancia a Roman, que tomó posesión de su escaño. Sin embargo, diez meses después se decidió anular las elecciones que volvió a ganar Roman porque su adversario no se presentó.

El contraataque llegó en los comicios de 1903 cuando Pere Tur ganó por 2.404 votos frente a los 2.008 de Roman. En las siguientes, Tur i Palau fue derrotado pero en este caso por otro contrincante liberal: Cipriano Garijo.

Su trayectoria como diputado le permitió ser conocido fuera de las Pitiusas y llegó a ser comisionado en representación de las Cortes para ir a dar al pésame al rey Alfonso XIII por la muerte de su abuela, la reina Isabel II.

En reconocimiento a su carrera como diputado de las Pitiusas, el Ayuntamiento de Eivissa le nombró hijo ilustre de la ciudad. Pere Tur i Palau murió en Ibiza en el año 1907.