Joan Ramón Marí ‘Palleva’ es, desde hace un año, el presidente de la Asociación de vecinos y propietarios de sa Carroca. Foto: I. S.

Joan Ramón Marí ‘Palleva’ es el presidente de la renacida Asociación de vecinos y propietarios de sa Carroca, que hace un año hizo un cambio de directiva con el objetivo de reactivar la agrupación y hacerse fuerte en sus principales reclamaciones: tener agua potable y la apertura de la escoleta de Can Nebot.

¿Cuántos vecinos viven en sa Carroca?

— Somos casi 3.000 vecinos incluyendo la zona de Can Fita y Can Burgos.

¿Cuándo se fundó y con qué motivo?

— Se fundó hará unos 20 años pero la refundamos hace un año porque llevaba 15 años inactiva y se ha hecho un cambio de directiva. Ahora somos unos 80 socios, pero nuestro objetivo es ser una asociación fuerte y llegar a los 200 o 300 socios. A la hora de pedir parece que te hacen más caso.

La falta de agua potable ha sido uno de los problemas históricos de esta zona.

— Sí, pero ya tenemos agua buena. Hace un año empezamos con la asociación y a los dos o tres meses nos pusieron agua buena porque en las primeras asambleas machacamos mucho con este tema. Llevábamos toda la vida con agua mala, los pozos están muy bajos y el agua es salada. Las lavadoras y los termos nos duraban dos años como mucho.

Ahora están con las obras para que llegue agua desalada. ¿Se entiende que haya tardado tanto?

— Solo faltaba la interconexión porque en la desaladora de Sant Antoni tienen excedente. Están tirando agua de las desaladoras y nosotros aquí con agua salada y secando los pozos; no tiene lógica. La obra que se está haciendo ahora se tendría que haber hecho hace muchos años.

Llevan tiempo esperando también la apertura de la escoleta de Can Nebot.

— Sí, es otro tema que estamos reivindicando. No sé cuantos años hace que se hizo y creo que no la han puesto ni en los presupuestos para abrirla este año. Estamos preparando una carta para enviar al Ayuntamiento y al Consell d’Eivissa para ver qué solución dan y decirles que nos parece fatal que la escoleta siga así. Se han cambiado dos veces los muebles y es una vergüenza que siga cerrada porque ha costado mucho dinero. Es un local muy grande que se está perdiendo y le tienen que dar vida. Como asociación no podemos hacer mucho más, pero nos quejaremos y apretaremos un poco.

¿Es una de sus principales reivindicaciones?

— Hemos hablado varias veces con el alcalde de Sant Josep y dice que le gustaría que se abriera porque en Sant Jordi no tienen ninguna guardería, pero que no depende de ellos. Se van tirando la pelota.

¿Cuáles son los principales problemas de la zona?

— De las quejas más grandes que tenemos de los vecinos son de las casas alquiladas a turistas. Se ve mucho movimiento de turistas que no se había visto nunca.

¿Se ha notado aumento de casas vacacionales en esta zona?

— Mucho. No sabemos cuántas casas son, pero si vas a los bares de sa Carroca hay grupos grandes de 10 o 20 turistas tomando cervezas. No es un gran problema, más que nada molesta al vecino de al lado si ponen música.

¿Qué mejoras necesita sa Carroca?

— Otras de las quejas son las hierbas y el estado de las aceras, ya que el Ayuntamiento no hace nada. Da la sensación de que con las hierbas, las aceras sucias o inacabadas, los papeles por el suelo y el asfalto parcheado y con baches, que está todo muy sucio. Hay aceras que no tienen ni baldosas y están así desde hace 20 años

¿Y en los últimos años no se han arreglado estos desperfectos?

— No, lo que es jardineria está muy abandonado; los árboles están muy desmadrados, están infectados y tienen cochinilla. Al final son calles públicas y las tendrían que cuidar desde el Ayuntamiento.

¿Los vecinos se sienten abandonados por las instituciones?

— En el tema de jardinería, sí. No nos sentimos escuchados porque de las propuestas que hago al Ayuntamiento pocas me han solucionado. Nos han puesto un buzón que pedimos y poco más.

Hay vecinos que se han quejado de que hay muchas cucarachas.

— Sí, pero están por todo, en sa Carroca y también en Sant Jordi. Están en el alcantarillado y sé que se hacen desinfecciones pero parece que no son muy productivas. Si abres cualquier arqueta salen millones, pero a las casas es más complicado que lleguen.

¿En qué situación se encuentran las casas de sa Carroca?

— Quedan bastantes zonas que son urbanizables. Es una de las reclamaciones de los vecinos que tienen estos terrenos porque si se quieren hacer una casa tienen que realizar lo que llaman unidades de actuación de 100.000 metros cuadrados. Es complicado porque te tienes que poner de acuerdo con los vecinos para que la unidad esté acondicionada y tenga aceras, calles, farolas o zonas verdes.

¿La inversión la tienen que hacer los vecinos?

— Sí, pero el problema es ponerse de acuerdo. Si la unidad tiene 100.000 metros cuadrados y un vecino le quedan 5.000 metros cuadrados para construir, pero todo el resto ya está edificado, a esos vecinos no les interesa invertir porque ya tienen su casa. Mi familia tiene 7.000 metros de urbanizable y en nuestro caso es una unidad de actuación de 100.000 metros cuadrados, de los cuales 80.000 están edificados. Pagas como urbano pero no puedes hacer una casa. Todos los gobiernos que ha habido lo han intentado solucionar y, de momento, no lo han arreglado. Es un tema de urbanismo, llevamos muchos años así y ya lo damos casi por imposible.

SOLUCIÓN

Estudian una propuesta para gestionar la escoleta de Can Nebot

La Asociación de Vecinos de sa Carroca se refundó hace un año con la idea de ser más reivindicativa y ahora tienen como objetivo principal la apertura de la escoleta de Can Nebot, que lleva cerrada desde que concluyeron las obras en 2010.

Los vecinos reconocen que no pueden hacer mucho, pero que apretarán para conseguir que se abra. De momento están preparando un escrito para reclamar su apertura y, además, están estudiando la posibilidad de presentar una propuesta para ser ellos mismos los que gestionen la guardería, si las instituciones no son capaces de abrirla.

«No es fácil y no creo que aceptaran la propuesta, pero la idea sería dársela a una empresa y gestionarla desde la asociación», explica el presidente Joan Ramón Marí ‘Palleva’.