Fina Santiago visitó las nuevas instalaciones de Can Raspalls junto a Vicent Torres y el alcalde de Sant Josep, Pep ‘Agustinet’. | Arguiñe Escandón

La consellera balear de Serveis Socials, Fina Santiago, estuvo ayer en Ibiza para presentar el nuevo módulo para discapacitados físicos de la residencia de Can Raspalls. De esta manera, este centro sociosanitario situado en Sant Jordi completa sus servicios seis años después de su inauguración. Hasta el momento, en la residencia de Can Raspalls ya funcionaban los módulos para discapacitados intelectuales, otro para pacientes de salud mental y el centro de día.

Santiago explicó que el nuevo módulo, donde ya viven cuatro residentes, contará con 12 habitaciones que ya están adjudicadas aunque señaló que, de momento, no hay lista de espera. «A medida que se sepa que está en marcha la residencia aumentará la demanda», apuntó la consellera.

El Govern destinará 340.000 euros anuales para el funcionamiento de este nuevo servicio para el que se han contratado diez profesionales sociosanitarios y dos personas más de mantenimiento. Fina Santiago señaló que si el nuevo módulo no ha entrado antes en funcionamiento esta legislatura ha sido por la dificultad para encontrar personal. «Primero hemos tenido a los usuarios antes que a los profesionales; encontrarlos aquí en Ibiza no es fácil y algunos han dejado vacantes en otras residencias», afirmó Santiago, quien añadió que también estaban pendientes de la autorización pertinente para poner en marcha el nuevo módulo para discapacitados físicos.

La instalación que todavía no se pondrá en marcha será la piscina para que los usuarios puedan llevar a cabo hidroterapia. «Teníamos un proyecto de un ingeniero que no ha sido suficiente, nos están pidiendo más proyectos para ponerla en marcha y tenemos que mirar también el mantenimiento para que pueda ser un espacio de hidroterapia y no sólo de ocio», señaló Santiago antes de apuntar que su objetivo es que esté abierta en 2018 y también pueda ser utilizada por entidades sociosanitarias.

Fina Santiago también respondió a las quejas recibidas por familiares de residentes en centros sociosanitarios de la isla, que denunciaban que debían pagar por las medicinas mientras que en Cas Serres se ofrecían gratuitamente. «Es que Cas Serres es un hospital y no se pueden dar los mismos servicios que en una residencia; no tienen las mismas prestaciones, aquí y en Dinamarca», destacó la consellera.

LA NOTA

Sin novedades sobre el traspaso de las residencias

Fina Santiago afirmó ayer que sigue vigente la voluntad política para traspasar la gestión de las residencias de Can Blai y Sa Serra al Consell d’Eivissa.

Una decisión que según la consellera insular de Benestar Social, Lydia Jurado, se tomará este mismo año después de valorar su viabilidad mediante unos estudios económicos. Fina Santiago valoró en 7 millones de euros el gasto que supone la gestión anual de ambos centros sociosanitarios «y será la misma cantidad que traspasemos al Consell. Aunque si tenemos que pagar un poco más lo haremos, no será un problema de cuantía». Jurado se mostró «optimista» en cuanto a la decisión final del Consell.