La Policía Local de Vila se ha personado esta mañana en la vivienda. | Paco S. Pérez

«La última vez que vinimos uno de ellos nos intentó agredir con unas herramientas. Llevan dos años ocupando la casa y esto es una injusticia». Así se manifestaba ayer la administradora de una vivienda localizada en el número 29 de la calle Carlos Román Ferrer.

La casa es propiedad de un ciudadano alemán, pero desde hace dos años está ocupada por un grupo de personas, ‘okupas’ que han agotado la paciencia de los vecinos de esta zona de es Viver. «Hay noches, como la de ayer, que son una auténtica pesadilla porque se emborrachan o drogan y no paran de gritar y molestar, pero no hay manera de que los echen», denunciaba uno de los vecinos que ayer por la mañana seguían con la vista la actuación de una pareja de agentes de la Policía Local de Vila. Ante la valla del número 29 también se agolpaban decenas de turistas que transitaban por la zona y no lograban comprender qué pasaba.

Los okupas hacen vida en el amplio jardín y en la terraza trasera del inmueble, pero ayer de madrugada alguno de los okupas dio un paso más y reventó uno de los accesos a la vivienda que está protegida con una alarma. «La casa está protegida por un sistema de alarmas y anoche (en referencia al jueves) forzaron una de las puertas», explicaron los representantes legales de la propiedad, que están en pleno proceso judicial para proceder al desalojo y a la recuperación del inmueble.

Quejas vecinales

«Es tremendo lo que está pasando. Tenemos una Ley que no es justa. Uno entra en una propiedad que no es suya y el propietario tiene que dejarse la vida en pleitos para recuperar su casa», lamentaba una de las vecinas de la zona que advertía además del riesgo que entraña la presencia de estos ‘okupas’ en el jardín de la casa. «Estas personas hacen vida en el jardín y prácticamente todos los días encienden fuegos en una zona donde hay pinos, palmeras y otra vegetación. El peligro de incendio está ahí constantemente», denunciaron.

Ayer por la mañana la patrulla de la Policía Local acudió tras ser alertada por los responsables de la propiedad y procedieron a identificar a las tres personas que habían en ese momento en el interior de la parcela donde los ‘okupas’ han dispuesto mesas, colchones y otros enseres.